Sobre heridas (parte I)



Cuando era chica pensaba que las heridas del alma eran similares a las físicas, que habían rasguños que se curaban ´solos y otras heridas más serias a las cuales había que “curarlas”, “desinfectarlas” para que cicatrizaran y cuidarlas luego, hasta que la piel volviera a ser la de antes (o con una cicatriz); pensaba que la forma de “desinfectar” las heridas del alma era hablar, escribir, analizar, verbalizar y verbalizar… Y luego cuidarse, “regalonear” el alma.
Parece simple ¿No?

No hay comentarios.: