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Hoy no fui a la U; es la semana mechona y las clases terminan antes, por lo que mi vida académica hoy se resumía a un bloque de geometría. Desperté como a la 5.30 AM, pensé un rato si ir o no a la U, igual me puedo conseguir la clase, al final siempre le entiendo más a un libro que a este profesor, no tengo ganas de hacer vida social, no quiero ir al Mall, no quiero andar con plata, no quiero comprarme cosas, no quiero salir tan temprano de mi casa, ni tarde, no quiero salir y paf! que le dije a mi mamá que no iría a la U y ella como siempre no se opuso.
Es mala época para estar deprimida; tengo tanto que estudiar, tanto que mantener…
Yo creo que soy media adicta a la tristeza, constantemente encuentro algo por qué estarlo y cuando no, hay una razón permanente que ataca para sumirme en la nostalgia. Hoy la razón es mi suerte, el hecho violento del Lunes y las circunstancias en las que vivo; Es raro, pero he buscado razones para explicar mi incidente, no creo haber hecho algo malo, más que pasar por ahí, que es lo que hago casi todos los días desde que voy a la universidad; Así que concluyo que fue la suerte y quizá mi cara de descuidada y no-flaite.
Aunque quizá me molesta haber hecho nada; Ser tan sumisa…tan bulnerable.
Una vez un compañero me dijo que las crisis, “existenciales” o parecidas, se dan por que se vive o descubre una prueba en contra de las estructuras mentales, entonces comienza una especie de “remodelación”, donde antiguas verdades se desbaratan para “fabricar” otras, y es en el proceso donde se viven las crisis…
Me pregunto que está “reconstruyendo” mi mente.
Quizá es que estoy cayendo en cuenta que uno no se puede mantener al margen de su propia realidad.
Resulta que vivo en una de las comunas más peligrosas del país, y aún cuando siempre tomo en broma que vivo en la periferia sur, como que nunca lo he asumido y me he mantenido al margen; por estos parajes la gente está llena de violencia, están los que se ganan el pan de forma ilícita y los que los hacen honradamente, pero ambos son violentos, es como una selva, donde no vale de mucho que sepas demostrar que raíz de dos es irracional, sino que sepas dar buenos golpes, andar portando algo con lo que puedas “defenderte”, poseer la habilidad de hacer de un arma lo que tengas a mano y esquivar los golpes o un cuchillo.
Últimamente he escuchado tantas historia de: “A mi me intentaron asaltar…”, casi todas las historias son de peleas, camotes y cuchillos; Yo escucho, más por costumbre que por interés y ahí están algunos psicoanalistas que me dicen que los asaltantes trabajan con dos factores, la sorpresa y el miedo y si uno no cae en alguno de los dos, lo tienes destruido. Y quizá tienen razón y a mi simplemente no me salio el Schwarzenegger que todos llevamos dentro, y sea ese uno de los factores que hacen que mi estructura mental no este estable. Quizá si hubiese opuesto resistencia y el asalto hubiera sido frustrado, yo andaría de psicoanalista (posición en la que me cuesta imaginarme).
Pero sospecho más que estoy decepcionada.
Me carga que esta sea la realidad, que uno tenga que andar por la calle defendiéndose o siendo victima; Me carga que estas sean las reglas de juego, que la violencia reine y que el más choro sea el más bakán.
Lo peor es que ya lo sabía, había escuchado historias, anécdotas, había visto otras muchas cosas, ya me habían asaltado una vez y he sintonizado las noticias durante años, así que no he vivido en una burbuja, no soy tan ilusa; Es sólo que me disgusta, y aún cuando varios me han dicho que una bomba no cae dos veces en el mismo lugar y que es difícil que me vuelva a pasar; Y aún cuando yo creo que es poco probable, como tan mala suerte, la paz no llega a mi alma y es más por la percepción del mundo, de mi entorno, de mi realidad, de las limitaciones que por otro motivo.
Y es que estamos bien jodidos los que vivimos por estos lados; Gran parte de la gente es violenta, los hogares no están bien constituidos; Si no eres delincuente, tus vecinos los son, las calles están atestadas de ociosos, drogadictos, delincuentes; cuesta movilizarse, para tomar una micro repleta hay que caminar cuadras arriesgando el pellejo, todo está lejos, siempre falta plata, la salud es mediocre y la educación es aún peor. A los que se les ocurre ser honestos son maltratados, explotados en sus empleos, con malos sueldos, las políticas los perjudican, los atacan y tienen que cuidarse y defenderse en el propio barrio, maldita vida la del proletariado…
Somos los oprimidos, los atacados… los jodidos.
… además los delincuentes, no nacieron siéndolo, así se formaron, son el maldito resultado de la sociedad.
Y yo que alguna vez soné que quizá enfrente de una clase podía cambiar en algo esto; quizá aún lo pienso, pero el mundo se me hace tan injusto, tan hostil, tan salvaje, tan violento, tan egoísta…
Y me siento tan cansada… cómo enfrentar a una clase de 45 jóvenes donde gran parte de sus costumbre son violentas, donde la cosmovisión que tienen es la del más fuerte, donde quizá no crean que la educación es importante, y a ellos no les interese cambiar todo esto y su lucha del día sea ser el más choro.
¿?
¡!
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