La respuesta está en ser vegana



Últimamente mi salud no ha estado muy bien, pasé la primera mitad de este año luchando con dos enfermedades crónicas que me atacaron con grandes fuerzas. Tanto que un día fui incapaz de levantarme y aun pensando que no tendría techo, ni comida y me consumiría en la pobreza no me levante y falté al trabajo… Cuento y exageraciones varias aparte, en verdad tuve que dejar un empleo para dejar espacio a mi cuerpo para recuperarse (por lo general tengo dos o tres empleos).
Lo triste de esta situación, además del malestar físico y el dinero gastado, es que la mayor parte de la gente me decía que era hipocondriaca, que cómo era posible que pasara tanto enferma, o que era el estrés y que tenía que “relajarme”, quizá es una mezcla de ambas, porque sí, soy obsesiva con las enfermedades y sí me estreso con facilidad, pero dándole vueltas, yo desde que recuerdo soy así, obsesiva y estresada y antes casi nunca me enfermaba. Por lo que busque una nueva variante, y bueno lo relativamente nuevo es que me fui de mi casa, o mi no-casa, mejor conocida como la casa de mi madre y claro la vida le cambia a uno, pero igual antes como que me cuidaba sola, y no es de mal agradecida, pero hace años que ya estoy grande y cuando mi madre vio que sabía cocinar, andar en micro, lavar la ropa y cosas por estilo me dejo ser no más. Así que ahondé en mi situación y desde cuándo mi salud comenzó a empeorar; y tengo la gran sospecha que este desplome es por la comida, y es que en verdad siempre he comido tonteras, onda papas fritas y golosinas; y soy una adicta declarada de la coca cola, pero antes era vegetariana (ovo-lacto-vegetariana) y me preocupaba generalmente  de dos comidas al día al menos, el desayuno y el almuerzo, ambos ejemplos de comida sana, o sea estaban llenos de nutrientes que supongo le hacían bien a mi cuerpo. Luego, cuando comencé a comer carne, empecé a puro chingarla, porque me desordené aún más en las comidas y mi base alimenticia comenzaron a ser las golosinas y el pan con algo.
El asunto es que como en Mayo me propuse comenzar a comer como una “cristiana” y hasta me cambie de casa para poder cocinar y todo eso y en realidad mi salud comenzó a mejorar, al menos ya no toso compulsivamente y puedo caminar más de una cuadra sin agitarme. Pero continúo recayendo seguido, sin hablar de mi otra enfermedad crónica que de esa no hablo porque es aún más trágica y terrible que el asma y las alergias (enfermedades que cuentan por una ya que el asma es un tipo de alergia). Y bueno ya que he leído harto del asma y de las alergias, y atando cabos sueltos creo que debo dejar de comer carne y hasta volverme vegana, porque bueno, me gusta tener buena salud, me carga gastar plata en el doctor, detesto estar enferma y justo en este instante detesto tener alergia, maldita, estar con las ganas permanentes de rascarme, con la piel irritada y que cuando te rascas es peor,  me parece terrible, y tener que inhalarme para poder quedarme  dormida y no sentir que me ahogo, es bastante incomodo; además del gasto en antialérgicos, ungüentos y variantes del salbutamol para cuando este  te deja sin motricidad fina porque uno de los efectos “normales” es el temblor en la manos y la fatiga y hay que gastar 16 lucas en una vaina parecida que te deja mal sabor en la boca pero no tiene ese “normal” efecto secundario (la primera vez que me dio pensé que moriría y se me cayó una olla de las manos, historia trágica, y luego la doctora me dijo a sí es normal, porque no le advierten a uno y uno vuelve a ir y gasta plata en la consulta y pierde una mañana de trabajo) .
Así que creo que la respuesta es volverse vegana y quitar de la dieta la carne, con tantas sustancias que potencian las alergias, y entrar a comer más verduritas y esas cosas que uno generalmente no come mucho como las algas, los frutos secos, la avena, la soya y ese sin fin de variedad vegetal que uno abandona por la carne y las golosinas y cuidarme más, a ver si así mi sistema inmune se fortalece y dejo de enfermarme a cada rato y mis enfermedades se duermen, como el asma que durmió como 15 años, justo lo que duró mi vegetarianismo.

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