Sobre el matrimonio

(o lo que produce el cansancio)


Después de más de 20 años de llevar un discurso inclinado al feminismo, que pregona que en esta sociedad tan machista no parece una buena idea el casarse,  he llegado al punto en mi vida, en que simplemente quiero casarme y tener hijos, aunque claro esto no lo admitiría ni bajo tortura, sólo acá…

...

Esto pensaba escribir acá, bajo secreto de confesión, mientras ordenaba mi cuarto, pero luego mejor me puse a hacer yoga y es que si quiero encontrar esposo tengo que cultivar mi cuerpo...

Na’, es mi nueva terapia “contra comer todo lo dulce que hay en mi espacio del refrigerador o lo que mi presupuesto sobre endeudado puede aguantar”. Y es que en esos día entre fiestas de fin de año, cuando la gente solitaria y deprimida se suicida, yo me comí todo lo que contuviera azúcar y anduviera cerca de mí, y el triste resultado fue subir un kilo por semana durante todo el mes de diciembre e inicios de enero (lo sé porque mi padre tiene una balanza para pesar cajones de fruta, donde me peso cuando lo voy a ver). Así que frente a mi padre que me decía: “pero igual no se te nota tanto” y sintiéndome algo patética, porque él mide más que yo y pesa menos, decidí dejar de comer galletas como si fuera el único alimento y producir endorfinas de alguna manera, y es que si seguía así, además de seguir sobre endeudándome, iba a terminar pesando más de 100 kilos para fin de año, y bueno yo no quiero recibir el fin del mundo sin poderme el cuerpo...

El asunto es que en plena sesión de yoga me llamó una amiga para ir a ver una obra de teatro gratis cerca de mi casa, así que me fui a verla, y cuando caminaba, mientras veía a una linda familia caminar cerca mio, mis pensamientos medievales que me asaltaron en la tarde intentaban reaparecer; y es que mientras ellos iban acompañados, yo “solita” me dirigía a la puesta en escena de la obra... Triste ¿No? Bueno, yo luchaba con el acto de no sentir pena por mi misma y me puse a pensar en pollo, en las formas de cocinarlo y en que quiero comerme un asado... Al parecer mis pensamientos no son muy sanos.


Luego llegué donde mi amiga que estaba con su mamá y hermana; y comenzó la obra: “Villa fuenteovejuna”, de la que ni tenía idea de lo que se trataba, y en la que un montón de cabezas me tapaban medio escenario, bueno hay gente en el municipal que ve medio escenario y paga por estar ahí, pensé, para no molestarme por la poca visión, y traté de concentrarme en la obra.

Y entre que yo estaba “concentrada” y un par de niños al lado mío se equilibraba sobre una silla, llegó un “amigo” de mi amiga y desaparecieron y ahí me quedé yo con la madre y hermana de mi amiga, mientras en el escenario cantaban en pro y en contra del matrimonio, y yo entre que veía a mi amiga acurrucadita con su “amigo” (reaparecieron), la obra y el montón de cabezas, me venía a la mente ese tipo que me gustó el año pasado y a quién lamentablemente nunca besé y pensaba que la discusión entre creer o no en el amor era eterna, deje de pensar y comencé a observa.

Al final la obra no apunta al amor, ni al desamor “telenovelesco”, apunta al poder cívico, extrañamente después de ver y oír un tipo de musical picaresco y romanticón, la invitación al despertar y levantamiento del pueblo está ahí.


Y bueno, entre besos que no dí, “amigos” que no tengo; me vine con el corazón tranquilo y es que el teatro sí es un alimento del alma y de los nutritivos. Y en verdad, aunque a ratos el amor o el formar familia parezca tema central, hay mucho más.  (Como siempre lo he sabido, sólo que últimamente, a veces, sigo “tendencias”, por cansancio más que nada).



Sobre alimentar el alma





Quizá a veces, a veces muchas,
nos equivocamos en la forma en que alimentamos el alma,
y estamos tan errados
como los comedores compulsivos de hamburguesas y papas fritas
que nunca han probado espinaca en su vida,
y creemos que por hacer “aquello” que nos agrada,
por sentir algún tipo de placer momentáneo
por alguna acción que realizamos
estamos alimentando el alma.
Y en verdad solo comemos papas fritas,
ricas, crujientes, placenteras,
pero vacías nutricionalmente
y hasta nocivas en grandes cantidades.

A lo mejor por eso hay tanta gente vacía,
con el alma con inanición,
anémica,
debilitada;
con el llanto reprimido en las entrañas,
con tanto dolor...

A lo mejor somos ignorantes en temas de alimentar el alma
y nos hace falta un tipo de pirámide alimenticia,
y campañas del gobierno informando
-aunque es probable que no hagamos caso-
y recordemos que variedad y control son palabras
a ratos “sanas”.

Yo no tengo muy en claro cómo alimenta las alma, 
pero imagino, 
que tal como  los distintos alimentos 
repercuten de diferentes formas en distintos cuerpos, 
los diversos alimentos del alma 
repercuten de diversas formas en cada alma. 




.......

Sobre poseer memoria

(o porque es importante aprender historia,
recordar la propia historia)

Existen personas que insisten con no poseer memoria,
y predican que se deje el pasado donde está,
"pasado pisado"...
Avance sin mirar atrás,
empiece de cero,
es visión de futuro...
Y no hablo sólo de políticos,
hablo de la vida misma,
no escudriñes,
no recuerdes,
deja atrás,
avanza,
avanza,
avanza...
(no importa el precio)

Y a mi no me convence,
y es que de niña fui fanática de la historia,
me gustaba hacer esas conexiones cronológicas
y deducir  las implicaciones del resultado: "El presente",
y hasta jugaba a predecir el futuro,
todo es cíclico decía Marx...
Y ya en ese punto, el propósito primordial
para aprender y enseñar historia
fue no cometer las atrocidades del pasado;
Claro ahora noto que a no muchos le enseñaron historia,
porque cómo decía Marx, la historia es cíclica,
y se van repitiendo las mismas atrocidades,
tristemente...

Y bueno,
yo como intento de rebelde,
como gota de agua en el aceite,
que siente, presiente, que se evapora
o en un extraño fenómeno se convierte en aceite,
tengo como pie de lucha,
-en la resistencia-
mantener la memoria…


….
(En un equilibrio con dejar atrás, claro está,
seguir el camino medio, como diría Buda)
Tengo ganas de escribir algo esperanzador, pero no me distingo por ser alguien que escriba así, lo mío es más sobre vomitar sobre el teclado, palabras y palabras, para que así el alma me pese menos y me deje de alegar que no la dejo ser libre…

Sospecho que mi alma sueña, o mi mente sueña, o simplemente sé lo que quiero…

Quiero vivir cerca del mar, y andar en bicicleta cuando la cabeza ya no me funcione por el estrés, o porque simplemente quiero pedalear y alimentarme del paisaje.
Quiero pesar diez kilos menos, sentirme livianita y tener fuerzas en las piernas y el pecho para correr.
Quiero re encantarme con la pedagogía, encontrarle esa magia que tanto le vi a lo largo de mi vida, o construirle otra magia. Y si no es así, tener el coraje, la fortaleza y el optimismo para buscarme otro oficio con el que mi alma se sienta a gusto.
Quiero estar en paz con los mío, ese grupo de gente que comparte mi información genética, que aun cuando las cosas no resulten ni tan amenas, ni tan afectivas, yo tenga la fortaleza para sonreír y simplemente aceptar aquello que no puedo cambiar.
Quiero tener mi casa llena los domingos por las tarde, de amigos o familia, bebiendo vino o mate, riendo, celebrando el cariño.
Quiero un compañero, cómplice y amante, que sepa y acepte que no lo es todo en mi vida, pero que ocupa un lugar importante. Que me quiera por lo que soy y no por lo que él quiera que sea.
Quiero pintar mi pieza de colores, vestirme de colores, alimentarme de belleza….

Quiero muchas otras cosas…

Pero también quiero, que si no se cumplen mis sueños, porque la vida me dirige a otro cause, sea capaz de ser feliz igual.

Sobre quejarse


Karim me dijo el otro día, que no le gustaba mucho la gente que puro se quejaba y no se esforzaba, que como yo, que a mí no me había escuchado quejarme por todo lo que me pasaba y que me esforzaba tanto... Ella no lee este blog, donde puro me quejo; Y es verdad, no ando por la vida contándole a la gente mis problemas, no me gusta (tampoco le veo caso), prefiero hablar de cosas menos densas... Sobre todo ahora, que ni siquiera hablo de política (al menos sigo hablando de religión... En fin).

Tengo ganas de reclamarle a Dios, pero me acordé de mi amiga y sus palabras. Y me puse a pensar que pasé un lindo año nuevo con ella y su familia; Y que ella es un lindo integrante de mi vida, y que su hogar me sirve de albergue para cuando me supera la "orfandad", donde me sobre alimentan, veo tele, me cuentan historias y me regalan ropa, allá donde me siento acogida; Y tantas veces he sentido que me salvan, sin siquiera saberlo, porque ahí me rodea ese resguardo, ese cariño, tan fortalecedor...

Y pensé que mejor no me quejo, porque al final quizá Dios hace lo que puede…
Queda esperar que este año sea maravilloso, suertudo, hermoso, lleno de amor y perdón.

(Y como decía mi ex profesor de religión con el que solo una vez estuve de acuerdo: "Trabajo y oración")

……………………

Querido Dios:

¡Muak!

Clo