III. Para leer...


Olor a manzanilla y miel

Él se despertó con el olor a chocolate y naranjas; miro a su alrededor, estaba en una habitación desconocida: paredes blancas, un balcón, una planta, cortinas blancas, casi trasparentes; nadie a su lado.

Ya muchas veces se había despertado en lugares desconocidos, en distintas camas, distintos lechos; siempre con una mujer a su lado, al amanecer. Se vestía sigiloso, una mirada apreciando la belleza y de vez en cuando una nota de despedida, con algún verso, un hasta siempre abierto, con besos y mentiras verdaderas: “No cuesta mucho ser romántico y así se evita el sentir como basura”

Esta vez era media mañana, le molestaba la luz, la cabeza le daba vueltas, los huesos le pesaban y ese olor: “Olor a chocolate y naranjas”, le causaba una sensación extraña, entre nauseas y seducción.

Intentaba recordar la noche anterior; un tequila ¡Un tequila! El aguantaba más que eso; Una cena de negocios, él no se emborrachaba cuando ponía en juego su dinero; Una chica joven, olor a manzanilla y miel, la secretaría de su amigo, chica joven, esforzada, trabajaba hasta media tarde y luego estudiaba gastronomía en un afamado instituto; Debería estar en su casa ¿De qué otro modo se explicaría aquel aroma?

Intentó ponerse de pie, la cabeza le daba vueltas, los huesos le pesaban, un dolor rígido y a veces palpitante ¿Cómo había llegado ahí? Era la primera vez que en realidad había perdido la memoria.

Caminó hacia la puerta, un pasillo, siguió el aroma. El departamento era pequeño, no le costó mucho trabajo llegar a la cocina.

Ella, olor a manzanilla y miel; los sentidos se alertaron, la observó un momento; vestía un jeans azul, un sweater negro y delantal verde con la estampa de un sombrero de chef y mas abajo la leyenda: “La gula no es un pecado, es sólo uno de los grandes placeres”

Olor a manzanilla y miel, imágenes de besos, de caricias encubiertas, sensaciones inmensas; pasiones adquiridas, placeres magnificados, tentaciones sucumbidas.

Ella sonrío, le ofreció un té: sonrisa serena, rostro bello, piel blanca, labios carnosos, ojos tiernos, expresión sincera, inocente, casi infantil.

Él aceptó el té; ya no le dolía la cabeza, rodeo la cintura de la ahora ninfa, exploró a través de su cuello, en un movimiento soltó su cabello, rizos azabache, un dulce olor a manzanilla y miel. Besó sus orejas, ella parecía entregada al ritmo de la danza donde la música era el deseo.

Él la siguió explorando, imágenes volvían de la noche anterior: Ella llevaba puesto un vestido negro, un pequeño escote donde su blanca piel contrastaba, ojos verdes, casi transparentes, hermosos… y aquel aroma.

Comenzó a besarla con desenfreno; en aquel momento la danza coordinada y casi serena cambió su ritmo, se volvió violenta; la desprendió de sus ropas con prisa y desesperación, ella dio un grito, pero se entregó al nuevo ritmo, se dejó dominar.

El olor a chocolate era más grande, él quería sentir su olor, la besaba, olfateándola, rebuscando el aroma. Ella recordó apagar la cocina, él continuó explorándola, deseaba poseerla.

Las imágenes volvían, la noche anterior había sido extraña, por lo enigmática y las lagunas…

“¿Qué edad tienes?”

El placer era más grande, las palabras no salían, gemidos suaves y violentos. Incógnitas en la mente, pensamientos esbozados. Moviendo, ritmo de una danza ancestral

“¿Qué pasó anoche?”

Las palabras no salían, luego el clímax: sudor, besos y un grito sordo.

Una mancha en el piso, dos cuerpos desnudos, sin aliento, húmedos, un pequeño dolor, una gran pregunta.

“No debo beber más tequila”, se dijo él.

Y en la cabeza de ella un verso: “Muere lentamente quien evita una pasión”


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Cadena de oración.


Nuevamente realizaremos una cadena de oración por los niños con enfermedades metabólicas; Esta se realizará el 20 de Agosto a las 20 hr. Si no crees en Dios piensa un instante en estos niños, desea su bienestar, los pensamientos; deseos, tienen un gran poder en el universo.

Entonces, los esperamos el 20, a las 20, por Amanda, Camila, Amanda, Bruno, Kiky y Josefa.

Un ángel para Kiky...

II. Para leer...

Una extraña amistad

Alejandro tenía olor a detergente. Dana se había acostumbrado, su amigo lo era hace tiempo. A ella le había gustado de niños; recordaba cuando, como y que sintió la primera vez que lo vio: “Lo reconocí”, se decía cuando recordaba aquel episodio.

Pero los años habían pasado; la vida y los caminos los habían separado, ella había amado y dejado de amar; quizá el también.

Un día se volvieron a encontrar; fue en día llovioso, quizá de otoño. Dana estaba feliz, venía de haber comido con un ser querido en un lindo restaurante, cuando en la calle se lo topó; a ella ya no le gustaba y él tampoco mostraba interés de tal índole, comenzaron una bella amistad.

Pasó algún tiempo, el planeta recorrió parte de su ciclo y se dio inicio a la primavera. Dana miraba el techo, afuera el cielo estaba despejado y el sol caía tenue. Su perro ladraba estruendosamente y se decidió sacarlo a dar un paseo.

Ahí, casi corriendo, tirada por su mascota, Dana vio a su amigo reencontrado; fue extraño, el estómago se le apretó y la más grande ternura le cayó del cielo. Él no la vio y ella siguió corriendo tras su perro.

Dos noches después Dana aceptó que le gustaba su amigo; Dos hora después Alejandro le confesó que se había enamorado de un ser al que Dana nunca conoció.

Ella pensó en alejarse, pintarse el pelo y desechar el sentimiento; quizá lo hizo, quizá lo intentó, pero no lo logró. Se repetía que en alguna época él era su amigo, su amigo, y el olor a detergente no la seducía; pero parecía inútil.

Dejaron de verse, a veces él la llamaba, le preguntaba por su vida y le decía que la quería, a ella se le apretaba el estómago e intentaba decir un chiste; se vieron un par de veces, ella nunca le pregunto sobre su amor, ni intentó conquistarlo, no le gustaba destruir cosas, mucho menos relaciones, a ella le interesaba más el construir.

El anhelo era constante, el cariño encapsulado le comenzaba a pesar: “Quizá algún día él se vuelva hacía mí”, se sorprendía soñando Dana. Nada de eso sucedió; cuando el planeta se preparaba para el equinoccio de invierno Dana recibió una llamada inesperada; su amigo ya tenía un nuevo amor.

Al cortar, ella se sentó y miró la noche más larga, se preguntó en que instante él se había desenamorado; en que instante él se había vuelto a enamorar que ella no estuvo presente; y cómo diantres le hacía para desenamorarse de alguien, sí ella, sin esperanzas siquiera lo quería a él desde hace tanto tiempo.

Los días pasaron y Dana intentaba no pensar en el chico con olor a detergente; intentaba no evocar su aroma. Pero era inútil, el contacto, las conversaciones nocturnas hacían infecundos sus intentos de no desearlo.

Un día de invierno, cuando el cielo estaba gris y el frío calaba por los huesos Dana citó a su ahora martirio en un parque cercano a un cerro; se vistió de morado, tomo su bolso y se llevó su libro favorito.

Llegó diez minutos tarde, con el pelo suelto y desordenado; él vestía de verde, le gustaba aquel color, sobre todo las tonalidades oscuras; y ese olor, quizá era su colonia, pero a Dana le seguía pareciendo detergente.

Ella le regaló un chocolate y le dijo que esta era una despedida; El estaba acostumbrado a las locuras de su amiga, le había escuchado decir muchas cosas, locuras y sin sentidos. Ella se puso de pie y se alejo; Él la vio caminar, sabía el motivo de la despedida.

Días después Dana recibió un mail de Alejandro con una pregunta: ¿Esta es una despedida de “no quiero verte nunca más” o de “hasta luego”?

Dana se quedó mirando el árbol que estaba fuera de su casa; se había preguntado reiteras veces si estaba bien lo que había hecho, quizá si hubiese esperado más él la hubiese tomado de la mano y caminarían juntos por la vida.

Con pena y nostalgia eliminó el mail: “No sé la respuesta, la vida lo dirá”

Y en la mente le repetía una vieja frase, de algún viejo libro: “Si algo sucede una vez, quizá nunca vuelva a pasar, pero si algo sucede dos veces, de seguro pasará tres”.

Quizá era una maldición o una bendición.

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"Día internacional de la amistad"

"En mudas circunstancias el buen amigo se manifiesta”.

-Eurípides

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Hoy es el día internacional de la amistad; yo creía que era en Octubre o Noviembre, cuando Village invita a comprarle una tarjeta al amigo, pero “Tuparada.com” me envío un mail avisándome que hoy es.

Lo cual me hace pensar en la amistad y en los días “de”; existen de casi todo, los cuales casi siempre se convierten en un tipo de estallido comercial, como si lo que uno gasta en un regalo tuviera directa relación con cuanto quiere al destinatario, en fin, a pesar de la patraña comercial igual me gustan los días “de” y hasta de ves en cuando aquellos “bellos” comerciales me han hecho emocionar; pero ahora no pasó nada de eso, no hubo publicidad, ni en la tele, ni en la radio, ni en las paredes, a nadie se le ocurrió de una forma sutil invitarnos a consumir (a excepción de Tuparada.com), lo cual me lleva a preguntarme ¿Los chilenos apreciamos la amistad?

Al parecer no, es más, pareciera que la amistad es una actividad que se medio práctica en la juventud, haciéndose casi nula de adultos; Y haciendo recuento en mi memoria, escribiendo amistad en mi buscador mental, se me vienen frases tales como: “La amistad no existe, si te pueden cagar lo van hacer”, “Si los amigos están cuando hay fiestas no más, después desaparecen”, etc… Comentarios que casi siempre vienen de un adulto con los ojos grises.

En esta búsqueda, mental, también aparecen los momentos en que he dudado que aquel lazo exista; No he sufrido deslealtades, ni “puñaladas por la espalda”, tal cual teleserie mexicana, o engaños del tipo: “Mi amiga se comió a mi pololo” como en las teleseries “flaites” que hacen mis compañeros donde “La Maryorí, se come al mino de la Zuzí” (imagínelo con tono flaite).

No para nada, ninguna de esas cosas; quizá se deba a que rara vez he mantenido alguna relación del tipo romántico con el sexo opuesto y porque tengo y he tenido pocas amigas; pero igual me he llevado uno que otro dolorcito por ahí, por diversos motivos, por diversos episodios donde el hombro pensado donde llorar o apoyarse simplemente no llegó o por la distancia a veces impuesta.

Cuando comienzo a desconfiar sobre la amistad y creerle a aquellos seres que con un tono de resentimiento dicen: “La amistad no existe”, aparece la imagen de la Drita, mi mejor amiga.

Sé que ese nombre no está en el calendario y usted querido lector creerá que estoy hablando de mi amiga imaginaria, a quien cree en mi infancia y tal como sigo leyendo cuentos para niños, sigo jugando con mi amiga inventada, pues no, es más, nunca tuve amigos de ese tipo; La Drita es mi mejor amiga, a veces la única, ese es su seudónimo; así la bautizó un niño al que quise mucho; a quien me dolió querer por un tiempo y a quien quise borrar de mi memoria por algún instante, pero ese chico alto me dejo dos grandes cosa: la certeza que el corazón se recupera y el sobrenombre a mi amiga.

La Drita es la prueba fehaciente y viviente que existe la amistad; Así que querido lector, cuando le digan que la mistad no existe, no lo crea.

Quizá el mundo se de vuelta y media y los polos se vuelvan el Ecuador, pero con la Drita seguiremos siendo amigas, ahí tratando de darnos ayuda, llamándonos sin motivo, siendo cómplices en locuras y aceptando la dudosa salud mental de la otra, para mi la amistad es un lazo importante; es un mutuo cariño incondicional.

Gracias amiga por acompañarme tanto, aún en silencio o cuando no lo pido.

¡Feliz día de la amistad!!

PD: Hoy es el día en que se llevará a cabo la cadena de oración por los niños con enfermedades metabólicas.





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"La libertad más grande del hombre

es decicir cuando morir..."



-Amaru Román (ex compañero).

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Cadena de oración.


La pequeña hija de Mauricio Rebolledo sufre una enfermedad metabolica; él en un intento de buscar información, ayuda, respuestas y expresar el cariño por su hija creo un blog, si miran a su derecha el enlace está en :"...es mi Kiky Gump" Ahora nos invita a orar por su pequeña hija y otros pequeños que sufren de enfermedades similares.

La cadena se realizará el día 20 de julio a las 20 hr. Si no crees en Dios piensa un instante en estos niños, desea su bienestar, los pensamientos; deseos tienen un poder impresionante en el universo, más aún cuando se hace en masa.

Entonces, los esperamos el 20, a las 20, por Amanda, Camila, Amanda, Bruno, Kiky y Josefa.

El cruce de caminos...

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Hay una historia que habla de un peregrino que se encuentra en el cruce de caminos; Imagino a un hombre modesto de mediana edad, casi treintañero, casi cuarentón; piel tostada, cabello castaño y algo largo; alto, casi atlético; con los ojos sabios y el cuerpo cansado.

Se encuentra ante un dilema; no puede recorrer todos los caminos, debe elegir cuál tomar. Se detiene un instante, debe pensarlo, meditarlo, toma su tiempo, pero sabe que no puede quedarse ahí eternamente.

Está en el campo, en un camino fabricado por las pisadas de antiguos peregrinos, el también construyo otros; hay pastos alrededor, un sauce, debajo de el una roca. El peregrino se sienta en ella, se resguarda del sol, mira hacia arriba y ve un cielo verde con estrellas poderosas, cierra los ojos y siente los rayos tenues del sol que se cuelan entre las ramas sobre su rostro, el tibio calor, la vida que le corre por las venas, las aventuras vividas y las por vivir…

Saca su cantimplora y bebe un sorbo de agua, las piernas le reclaman las caminatas, pero el corazón reboza.

Él debe elegir un camino; y cuando lo elija, según la historia, no debe pensar en el camino que dejó de recorrer o el cruce se transformará en maldición.

El peregrino se pone de pie, el ocaso está cayendo, buena hora para caminar, para comenzar el nuevo y ya iniciado camino. Se para ante el cruce, evoca una pequeña oración y se echa a andar, la decisión ya está tomada, ya eligió un camino.

Él no sabe si tomó la mejor decisión y quizá nunca lo sepa; quizá el otro camino era el indicado, el más bello, el más fácil, el más sabio; pero el sabe que no tomó la peor, el quedarse en el cruce, en la roca eternamente sin atreverse a avanzar.

Está avanzando y quizá, el camino se manifiesta.

Linux es la respuesta…

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El viernes (repasado) cuando llegue de la universidad, estresada y preocupada por un trabajo que se entregaba el martes, bastante largo y para el cual me habían dado dos meses de plazo, Internet no se quiso conectar, justo ahí comenzó mi martirio, salía un extraño error, tenía que llamar al soporte técnico

¡¿Por qué mi mamá bloqueó el 600?!!

Reinicie como tres veces, desconecté y conecte los cables, desconfiguré todo y lo volví a configurar, funcionó, pero mi pesadilla empezaba recién; cada vez que entraba a Internet se habrían paginas compulsivamente; eche a andar el anti-troyano, pero el muy maldito no encontraba al gusano que no me dejaba bajar información para el maldito trabajo, bajé actualizaciones y de otras marcas, pero nada.

¿Formatear el PC? Perderé tiempo respaldando, formateando, instalando, tengo tres días para hacer un trabajo que toma dos meses ¿Por qué no lo hice antes? ¿Por qué esta “cosa” se hecha a perder justo ahora? Me preguntaba yo más preocupa del trabajo que de mi PC infectado.

Con esfuerzo y mucha paciencia, hice un trabajo medianamente mediocre gracias a mi poco compromiso y la ineficiencia de mi PC.

Desde el martes estuve en plan de arreglar mi PC, por alguna extraña razón no me funcionaba, o los virus volvían a atacar; o me salía una ventana diciendo que el driver de la tarjeta de sonido no era apto.

¡Pero si ocupe este mismo driver la vez pasada con el mismo Windows!!

Y el maldito disquete del driver de la tarjeta de red se echaba a perder justo cuando quería instalarlo (maldito disquete es más bipolar).

Esto de estar frente al PC menos de lo habitual y reafirmar la dependencia a google (¡grande google!!), de intentar entender a esta máquina que veo a diario pero no conozco, de envidiar a los computines que conocen los recónditos secretos de los “personal computer” y que saben alguna trampilla para casi todo; descubrí que la respuesta es linux.

Bien, no lo descubrí, creo que hicieron que lo creyera así, un personaje de esos que las tres cuartas partes de las veces te habla de PC, computín Beta (los Alfa no hablan mucho, ya son como máquinas) por un proceso de repetición hizo que mi mente creyera que linux es lo mejor del mundo, ocupa pocos recursos, no hay virus, NO HAY VIRUS.

Linux es la respuesta... pero si apenas domino Windows, si cada vez que entra en colapso busco en foros posibles respuestas (cuando sigue funcionado internet), si luego de rabiar mucho y terminar descubriendo que la autonomía no me funciona en este plano, llamo a alguien para que me venga a ayudar ¡Cómo irá a ser con linux!!

Por ahora mi PC volvió a funcionar, al tercer formateo, bajo las manos de la Andrea, mi amiga computín Lambda (sabe lo necesario para auxiliarme), quien me instalo una versión lite de Windows XP y consiguió que sonara (factor importante para escuchar música).

Con mi PC otra vez bueno, ya linux no me sabe a divinidad ¿Será tan bueno? ¿Será la respuesta? ¿Podré aprenderlo? Lo malo es que con linux los personajes que pueden ayudarme se reducen drásticamente y por alguna razón aquellos que conocí dominaban aquel sistema operativo gratuito y libre de virus, ya no están en mi vida; así que no hay asesoramiento ni auxilio.