Éramos los elegidos del sol


Éramos los elegidos del sol
y no nos dimos cuenta
Fuimos los elegidos de la más alta estrella
y no supimos responder a su regalo
Angustia de impotencia
el agua nos amaba
las selvas eran nuestras
el éxtasis era nuestro espacio propio
tu mirada era el universo frente a frente
tu belleza era el sonido del amanecer
la primavera amada por los árboles
Ahora somos una tristeza contagiosa
una muerte antes de tiempo
el alma que no sabe en qué sitio se encuentra
el invierno en los huesos sin un relámpago
y todo esto porque tú no supiste lo que es la eternidad
ni comprendiste el alma de mi alma en su barco de tinieblas
en su trono de águila herida de infinito.


-Vicente Huidobro

Foto: http://poesiacolorida.blogspot.com

El cuento del arbolito

Cuando iba en octavo, leí un cuento en el libro de texto que siempre recuerdo. Contaba la historia de un pequeño árbol, este nunca había visto el cielo a cabalidad porque sus hermanos mayores lo tapaban, ellos le contaban sobre el matiz del cielo al atardecer, de las constelaciones por las noches, del agua que se veía a lo lejos caer en una cascada; Con ver eso y más soñaba el pequeño árbol; Su mayor sueño era crecer y ver…

Un día un hombre con una mula se acercó y para su espanto y el de sus hermanos mayores lo talo. Entristecido y agobiado el pequeño árbol se entregó a la más grande de las desdichas, no cumplir su sueño, aterrorizado y abrumado presenció frustrado cómo lo alejaban de sus hermanos mayores.

El hombre lo llevó a un tipo de taller y ahí con su cuerpo confeccionó una cuna. El arbolito se convirtió en el lecho de un pequeño. El arbolito presenció el milagro de un nacimiento y sintió el amor que otorgan unos padres entusiastas, al fruto de su cariño, de su unión; “Vivió” feliz el arbolito entre el cariño siendo cuna.

Mientras mis compañeros decían que el mensaje del cuento era detener la tala de árboles, yo pensé en los sueños. Yo que siempre he intentado ser fiel a mis sueños, seguirlos, luchar por ellos, me quede pensando en que quizá la vida de vez en cuando o muchas veces nos sorprende y deja en un lugar inaccesible la realización de nuestros sueños. Pensé que quizá a pesar de ello, a pesar de la pena y el dolor de ver mutilado los sueños, se logra ser feliz, porque quizá la vida nos guarda algo maravilloso.

Lo importante

¿Nací?
¿Nazco?
¿Renazco?

A lo mejor soy el recuerdo
de una premonición.

No importa cómo me llamen,
lo importante es cómo me llame yo.

Violeta Violenta
Victoria Violenta

¿Cómo no agarrar a guitarrazos a un desamor?
¿Cómo no quemar el colchón dónde se consumo el amor?

Stella antrobiótica
Victoria encubierta

¿Cómo no ser bebedora compulsiva?
Si se siente tanto la vida.

Mistral pedagoga
Victoria profesora

Si las fuerzas están en las entrañas
y de ahí recorren el cuerpo.

Isabel escribidora
Victoria apasionada

Si la pasión es padecer y perturbación.
Y es también un motor
que se aloja en el vientre bajo
provocando acción
produciendo instinto
provocando…

Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que me han esperado muchos años


Se cansaron de esperarme y se sentaron


Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco


Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura


Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio

-Vicente Huidobro

De Últimos poemas, 1948

Quiero ser

Yo a veces quería ser silencio
para escuchar a mi alma
que me murmuraba
y me gritaba
en una lengua extraña.

Yo a veces quiero ser quietud
y esperar descalza
mientras me alcanzas,
mientras mi alma me alcanza
y me susurre al oído
en un lenguaje inventado
y sea mi cómplice,
y seas mi cómplice

Yo a veces quiero ser paciencia
y acallar el grito en mi pecho,
en mis entrañas.
Que están vacíos por el desprecio
por el destino incierto.

Yo a veces quiero ser destiempo
y dar los besos que no di,
ver aquello que no vi,
escuchar aquello que no oí,
entregar lo que me guarde,
huir cuando me quede,
golpear lo que no toqué,
hablar lo que me callé
y salvar lo que no salvé.
Gabriela Mistral decía:

“Sólo las personas buenas se vuelven mejores con el dolor, a los demás nos hace peores…”

¿De cuales soy yo?

Sobre la idiotez

En los últimos meses me he sentido más veces patética que en mis 24 años anteriores.

Me pregunto si seré como Manuel, la creación de Simonetti o como Manuela, la esposa de Huidobro.

Lo que si sé, es que no le podré ninguno de esos nombres a mis hijos, a ver si así evito que hereden la idiotez.
Yo ya morí

morí asesinada
por mi madre.
¿Nací?

Cambio


Ya no me gusta la palabra albergue, connota necesidad de auxilio.


Mejor tener pájaros en el alma...


Evocando cambio de domicio.

Sobre la felicidad


La felicidad a veces

es aquello que me sorprende

sentada zurciendo,

con mi papá cantando en el otro sillón

y mi sobrino bailando pascuense sobre la alfombra.


Bicentenario

LA VERGUENZA DEL VIL CENTENARIO


Pedro Lemebel

Son tantos días que llevan mis hermanos mapuches en huelga de hambre, y este país glotón saciándose con sus asados de fiestas patrias, con sus banquetes por el vil centenario, por las reuniones de mantel largo que se les dará a las visitas imperiales que vienen a degustar el salmón al pil pil , el guachalomo frufrú o las papayas con albaca que les ofrecerá la presidencia de la derecha.

La vergüenza es un manjar amargo que se masca y cuesta tragar, más aun cuando se sabe que un grupo de mapuches en el sur del país se niegan a probar bocado en señal de repulsa frente a la injusticia. En señal de protesta por la maldita ley antiterrorista que los tiene encarcelados y se les aplicó por defender sus derechos ancestrales. Una vez mas el pueblo mapuche es agredido en su propia tierra. Y digo “propia” porque estoy hablando de sus praderas verde olivar, de sus lomajes azules, amarillos, rosados que pinta el tornasol de las flores que en esta época acuarelan el paisaje sureño donde antaño la raza indómita miraba los amaneceres sin lentes de sol.

Resulta vergonzoso saber que este grupo de personas permanece encarcelado solo por manifestarse contra el yugo cultural impuesto. Y que hacer con esta rabia cuando vemos que los medios de comunicación casi no informan de esta protesta que puede terminar con algún comunero muerto por inanición. Algunos de ellos tienen mareos y casi no se sostienen en pie. Nadie se preocupa tanto, y las autoridades y ministros faranduleros se hartan de comistrajos finos en los banquetes de palacio, cual obesos budas de la verborragia. Ojala les de colitis, una diarrea putrefacta que los arrastre por el water hasta el mismísimo mar. Y ni aun así se les borra la sonrisa hipócrita que lucen para las cámaras. Ni aun así dejan de masticar sus discursos entre canapé y canapé. Comen y comen y se comen a si mismos en la degustación mezquina de sus manjares y exquisiteces. Comer y cagar es su dieta para no saber que el grupo mapuche se niega a probar bocado, como si este gesto fuera un negarse a negociar, como si este gesto de mudez se negara a asumir el lenguaje del conquistador. “La porfía silencio es el estandarte de un pueblo que no le dio entrevistas a la historia”. No es el que calla otorga, aquí no hay nada que otorgar ni tranzar.

Viene el 18 de septiembre, y todos se preparan para la gran cena del bicentenario. Con empanadas de pavo o faisán, con asado de filete, mejor pescado, dice la ministra cuica tocándose la cintura de mosca, mordiendo apenas una aceituna rellena de anchoas. Mientras allá en el lluvioso sur las bocas cerradas de la tierra agonizan en su huelga de hambre. El invierno se termina, cae la ultima llovizna en la capital, también ruedan opacos lagrimones por la mejilla rugosa de una abuela machi. Llego de improviso la primavera, millones en fuegos artificiales para el vil centenario, vemos jirones de luces a lo Hollywood desde La Moneda. A los comuneros mapuches les enrejaron el cielo. Un estremecimiento de tripas marcará este dieciocho. La carne se quema en la parrilla, el vino blanco con chirimoya se entibia por el calor. El vahído de una nausea ancestral distorsiona el himno patrio que se escucha en casi todos los hogares chilenos.


Preguntita sobre Dios



Si Dios aprieta, pero no ahorca
¿Qué pasó con los suicidas?


Quebrada de Córdoba




































Como si la belleza aliviara...

Tomando vino

¿Será que Dios tiene un sentido del humor ácido?
Y se la pasa con los espíritus maquinando
ironía tras ironía…
Y se la pasa con las ánimas gestionando
broma cruel tras broma cruel…

¿Será que todo esto es un despropósito?
¿Y puro he malgastado el tiempo
tratando de descifrar los designios de Dios?

¿Será que el ser agnóstica ya no me alcanza?
Y tendré que recurrir a Buda y Alá.
Y tendré que rezarle al universo aún más.
Para que no me aturda el descontento.
Para que no me abrume el vacío.

¿Será que el vino nos acerca al regocijo?
Quizá Jesús quiso decirnos algo
cuando convirtió el agua en vino.

¿Será que Dios tiene un sentido del humor ácido?
¿O simplemente tendrá sentido del humor?
A lo mejor es ligereza.
Y mientras nosotros nos agarramos de las mechas.
Dios observa tranquilo; Tomando vino.

Destino

Como si el Kharma
fuera el silencio...

Instinto

-Si estaba super oscuro, yo no sé cómo viste las sillas.
- No las vi, tengo instinto.




Cuando pasas tres años en terapia; En donde los primeros dos te dicen que la propia salud mental es un peligro para ti misma, y el otro año lo pasas puro vomitando angustias… Les diré que queda cierta desconfianza con la propia salud mental, entonces ya no serás como los demás, ya no le creerás a tu mente, porque ya una vez se fue en arremetida contra uno mismo; Entonces puro queda el instinto…

Lo que suena menos racional y hasta menos cuerdo; Pero es lo que se desarrolla.



Si lo importante del instinto, en aquella historia, mi historia, era que el mío estuviera bien, no el de ella; Y a mí no me decía lo mismo que a ella.

A mí me decía que tenía la felicidad enfrente.

Así de insensato.

Dígame ¿Usted aún me lee?
Yo sospecho que usted se equivoco.

Sabiruría de idiotas

"Existe una forma de cazar monos en la selva, se pone una caja con una ranura pequeña, justo para que entre la mano abierta del mono y dentro se pone un plátano: Cuando el mono está hambriento encuentra la caja, mete la mano y coge el plátano, pero no puede sacar la mano porque su puño está cerrado alrededor de la fruta y eso no se lo permite. Para escapar basta soltar el plátano y dejarlo ir, pero el mono se apega a él y queda atrapado en la caja... Y así lo cazan."

http://corredordefondo3.blogspot.com/2008/06/apegosdjate-ir.html


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Bien Clo a soltar la banana.

Aunque tengo más ganas de emborracharme...

“Salí a la calle y no vi a nadie,

salí a la calle y no vi a nadie
¡Oh, Señor! Desciende por fin
porque en el Infierno ya no hay nadie.”


Leopoldo María Panero.

Dice la filosofía barata que nos queda el amor

Cuando un ser se encierra, se contrae, nos aparta, nos grita, nos expulsa, cuando no pide auxilio, ni ayuda, ni abrazos, ni palabras; y no te mira, ni te habla; y permanece como un cúmulo de dolor, cerca, pero lejos, y te dan ganas de auxiliarlo, pero las estrategias fallan, la fuerza falla, la voluntad falla; Dice un texto, que muchos catalogarían de filosofía barata, que nos queda el amor.

Y me caigo, y es que a veces no me puedo los pies; Lo prueba un moretón en mi rodilla izquierda.

Y nos queda el amor.

¿Cómo se otorga amor?

Esto Señores se parece al infierno, ese de los chinos; donde a pesar de tener arroz, todos se mueren de hambre porque ninguno se auxilia…

Esto Señores, es el alejamiento antinatural.

Esto Señores, es la soledad involuntaria.

Y dice la filosofía barata que nos queda el amor.

¿Reconstruirá el amor?

¿Compondrá almas el amor?

… Dicen Señores que nos queda el amor.

2

Y se me quedó un te quiero entre las entrañas

Y me va como carcomiendo el alma

Y me quita la energía que antes la dedicaba a quererte

Y me concentro en extrañarte

En llamarte con el pensamiento

.

Y tengo como ganas de buscarme

De encontrar a esa mujer pragmática

Que sabe lidiar con las derrotas

Que sabe como llevar la frustración

Que sigue, siempre sigue

Y que tiene como mayor misión ser fuerte.

.

Pero no me busco, ni mucho menos me encuentro

Y es que quizá simplemente ya no me encuentre

No completamente

Porque la vida nos cambia y yo quizá ya cambie

Y la tarea de ser parecida a ellos, a los otros

Ya no me viene.

.

Y más me parezco a nosotras

Y soy más como un personaje de novela rosa

De esos que tanto culpe a Karim de actuar

Y me quedo con la melodía de Amelie

Y el sonido que produce la lluvia afuera

Y me quedo con la mujer que se atreve a sentir.



Expiación


Foto: Naty

Y mi alma grita

Aunque a ratos me den ganas de patear la puerta o lo que haya cerca, aunque extrañe a rabiar abrazos pasados, abrigos pasados, el confort de esa compañía, de esas compañías.

Aunque mi mayor vicio ya no este a mano; Y me pase gran parte de las horas extrañando o escribiendo, buscando las palabras que hagan que mi alma vomite el dolor.

Aunque esta señores no sea la mejor época de mi vida; Tengo fe, en la vida, en Dios, en mí y en lo humano...

Y es que mi alma me grita que tenga paciencia, que al final todo va estar bien.