Cerveza y la extraña competencia de quién es más "penca"



-   Me gustaría tener un talento que me mantuviera.
-   ¿Cómo cantante?  – Me pregunta casi en serio.
-   Mmmm… si fuera relacionado con música, me gustaría más ser concertista de piano.
-   Yo creo que es el sueño de todos.
-   ¿Tocar el piano?
-   No, vivir de un talento.
-   Ah sí, nada original.
-   Aunque mejor podrías ser escritora.
-   Sí, seria genial, pero ganar harta plata… como la loca que escribió Harry Potter.
-   Apuesto que escribirías en la noche, de dos de la mañana hasta las ocho, dormirías hasta como las seis de la tarde y te veríamos sólo en el ocaso.
-   Jajajaja… sí es lo más probable.
-   Desde chica eres el pájaro nocturno.
-   Sí… qué genial sería vivir sin horario.
-   O sin trabajar –declara entusiasmada.
-   Sí, pero no tengo talento.
-   Ni yo, soy tan fome que ni estudie y sólo sirvo para andar pelando papas y andar rabiando con  los cabros chicos.
-   Jajajaj que eres loca, no eres fome, y sobre estudiar, na poh, yo estudie seis años y me carga ser profe.
-   ¡Salud por eso! –dice levantando su vaso- Estamos haciendo competencia pa' ver quien es más “penca”.
-   Pucha, yo creo  que haces bien tu pega negra, cocinas rico, crías a dos hijos, administras una casa y todavía me prestas dinero cuando no llego a fin de mes.
-   Sí, pero nadie me lo reconoce.
-   Yo lo estoy haciendo – le digo y le sonrío.
-   ¡Salud por eso!- vuelve a levantar su vaso- Pucha negra ojalá encuentres algo que te guste hacer… No sé, estudia otra cosa, si mientras no tengas hijos las posibilidades son varias.
-   Sí, si debo juntar plata y todo eso y decidir qué estudiar… qué hacer en realidad. Aunque siento que debo darle otra oportunidad a ser profe, no  sé un año al menos.
-   ¡Salud por eso! –vuelve a levantar su vaso sonriendo.
-   Al menos tenemos razones pa´ hacer salud…
-   Demás… ¿Y sabes qué? Yo tampoco creo que seas penca, siempre haz sido aperra’, entraste a la U cuando nadie te tenía fe, la terminaste aún cuándo te habías ido de la casa; esa cuestión no la hace cualquiera. Vives sola cuando la mayoría de la gente de tu edad vive aun con sus papás, mantienes una casa, te las batallas sola y eso tiene merito – declara seria y honestamente.
-   Qué eres linda ¡Salud por eso! – le digo levantando el vaso- Ahora nos falta puro llorar…
-   Sí…

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