Un día a la vez



Un tipo acaba de decir por la tele 
que él escribió esa canción (no escuché cuál)
desde el corazón porque una mujer no lo quería,
pero que ella encontró muy bonita la canción y se casó con él,
que ha sido su compañera de toda la vida.

Acá donde vivo le están preparando el cumpleaños al "Gabo",
yo no me quedaré,
pero todo está muy bonito...

(Cuando yo era chica en mi casa no los celebrábamos)

Y en las entrañas tengo ganas de celebrar los cumpleaños
con los que quiero hoy y los que me quedan por querer.
Y de rodearme de amigos... ojalá algunos muy cercanos.
Y de tener un compañero, un cómplice.

Y un "algo" me dice qué debo construir,
pero el cuerpo y quizá hasta el alma
declaran cansancio,
ese cansancio  que se acumula
por levantarse cada mañana,
enfrentar la vida (casi) sola
y no sentirse querida.

Esto es como un círculo vicioso;
Y he roto varios,
pero ya estoy cansada,
no sé...

Por hoy, me mantengo de pie.

Total se vive un día a la vez.

un algo...


Tengo esta loca idea 
de arrendar una pieza amueblada
 y abandonar mis poseciones... 
(sin contar el notebook 
y la mayor parte de la ropa, claro).
 
Viajar ligero, 
así, a penas se presente la oportunidad emigro al mar...

Bueno ya casi se acaba el mes,
y repito: "vivo en un lugar maravilloso",
"vivo en un lugar maravilloso"...
como un mantra,
y miro al cielo sin formular oración,
pero con la plegaría "primitiva"
que todo esto me guíe a un lugar 
(un algo) mejor.


....
(Mi alma es tozuda y mantiene el optimismo,
la ilución y la inocencia)

Bajo presión



.............................................
Siempre me ha gustado esta canción
 de forma primitiva,
 y es que imagino fuerza en cada palabra.
Y hoy por alguna extraña razón busqué la traducción.
(En parte porque la radio Play me dió el nombre)
Se las dejo, dos grandes.
(Aunque por alguna extraña razón aprecio más a Mercury)

¿Y el hogar?



 
«Cuando uno se acostumbra a no conseguir nunca lo que desea
 ¿Sabes que pasa? 
Que acaba por no saber incluso lo que quiere».

-Murakami



Tengo que buscarme otro lugar donde vivir
o quedarme acá, pero en otra pieza que aún no existe...
No sé...
A veces intento que la idea me seduzca, 
porque un cambio quizá me haría bien, 
quizá encuentro un lugar mejor y más barato, 
que tenga mejor locomoción, 
que este menos lejos de todo...
Y hartos quizás optimistas.
Y otras veces, 
me tiendo en la cama 
mientras el cansancio hace estragos en mis entrañas 
y ser optimista requiere de muchas fuerzas...
y nada,
me dan ganas de llorar,
pero soy incapaz...


Atentado celeste


Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me he ido convirtiendo en
[otras cosas...
Es doloroso y lleno de ternura

Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio Esperar en silencio
 
-Vicente Huidobro
.............
La poesía es un atentado celeste;
La "vida" también parece serlo...
Ojalá yo tenga la fuerza 
para revestirme de "tanta cosa".

Persona bajo la lluvia



Susana es del norte, por motivos académicos –decidió estudiar en la capital- se vino a Santiago. Pero donde ella nació casi no llueve, así que no sabía muy bien de qué se trataban los inviernos con precipitaciones. 

El primer otoño que pasó acá en Santiago, un día de abril, al salir de clases se enfrentó a la lluvia, lo primero que notó fue el cambio de humedad y ese olor a limpiecito -así lo describió ella-   y luego esa melodía  constante y “dulce” que produce el sonido de las gotas al chocar con alguna superficie (era una lluvia suave).

Ahora, cuando han pasado un par de inviernos desde aquella primera vez; cada vez que llueve y tiene tiempo, Susana sale a caminar, escuchando cómo la lluvia cae en su paraguas, mientras un “algo” parecido al regocijo invade su alma.



........
Algo así inventé en el test de la persona bajo la lluvia
en una entrevista en el colegio arabe.

...


Este es el cansancio
por usar tanta fuerza,
cada mañana,
en levantarse
y no sentirse amada.


.



Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar, espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren, pero lo que espero por encima de todo, es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que aunque no te conozca y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte, te quiero, con todo mi corazón, te quiero. Valerie."

(V de Vendetta)

.


"Yo, como Dios; ni juego al azar, ni creo en la casualidad". 


-V 

(de V de Vendetta, 
parafraseando a Albert Einstein)

Mis camelias


Cuando René, un personaje de “ la elegancia del erizo”, sabe que va a morir, comienza a nombrar su “camelias”; y es que para ella son un tipo de metáfora para “aquello” o “aquellos” que nos salvan, aunque sospecho que hay que leer el libro para comprender bien a qué se refiere.

René, esa mujer intelectual que dedica sus días a ocultar su inteligencia y ese gusto refinado y diverso de las artes, cuándo se ve ante la muerte enumera a sus “camelias”, su ex esposo, quien tanto la acompañó, Manuela, la amiga (elija a una sola amiga, pero elíjala bien), Kakuro, amigo (y su: “podemos ser todo lo que queramos”, que a mi me estremeció), Paloma, su amiga y alma gemela; y finalmente su gato León.

¿Cuáles son mis Camelias? 

Comienzo por mi hermana, aquella mujer que tiene 2 años y 5 meses más que yo; que ya tiene familia y que me hace parte de su núcleo familiar, que a veces, cuando se lo permito, me adopta, porque así es ella, intenta ayudar, proteger, con ese instinto maternal a flor de piel, quizá no de una forma tierna, pero sí fuerte.

Mi padre, y esas declaraciones de “estoy muy orgulloso de ti”. Y esos ojos tristes y a ratos ausentes, que se queda sin palabras seguido y que cree constantemente que es mejor callar… Tan distintos somos los dos; Pero ese hombre, delgado y de mediana estatura, intenta, con las herramientas que posee ser un buen padre; Y me ha enseñado, empíricamente, que la vida da hartas vueltas y lo que se cree inamovible puede cambiar.

Karin, una amiga antigua, con la que hemos pasado altos y bajos, pero hemos sido capaces de a ratos perdonarnos, hacer la vista gorda o simplemente omitir algunos temas, como la política; Y querernos y aceptarnos como somos, a pesar de los cambios que produce el tiempo.  Y así, a pesar de los caminos separados, a veces nos buscamos, y nos seguimos juntando a conversar, a contarnos la vida, las ideas y es ella; quién en tantas oportunidades,  sin siquiera yo pedir ayuda, me ha ofrecido su casa o compañía como albergue, en esos momentos en que me duele el alma. No es mi única amiga, ni la mejor, pero es una hermosa camelia.

La Nea y sus conversaciones inteligentes, sus muestras de cariño a veces inesperadas que muchas veces han llegado en el momento más necesario y que me han dado aliento... Supongo que nos parecemos, esa dualidad de “matemática” y gozadora de la lectura y eventos culturales quizá no se da tanto, supongo que eso en parte nos une, pero también la voluntad de querer ser amigas, y es que a lo largo de los años hemos mostrado con actos la intensión de mantener nuestra amistad y eso es reconfortante… Una bella amiga y camelia.

¿Más camelias? La Ale, que me acompaña cuando no me lo espero, que me muestra siempre otra forma de ver las cosas. La Muri, que ofrece su compañía y alegría…

¿Cuántas camelias más han pasado? Muchas, tantas que justo ahora esbozo una sonrisa, porque a pesar que ya no están presentes en mi vida, fueron y son mis camelias.

...


Tengo ganas de cocinar
y de leer "algo" inspirador.


...

Antes, hace mucho,
tenía cocina e ingredientes,
y leía y releía a Coelho
y depués la biblia,
leía sobre la fe...
Ya no tengo cocina, (casi)
y aunque aún tengo los libros de Coelho
 y como tres versiones de la biblia,
ya no causan lo de antes.

...
Debería dormirme.

Ganarse el pan...


¡Pucha!
Parece que tendré que cambiarme de trabajo...
Y a mi me gusta...
Sé que no demuestro gran entusiasmo, porque siempre llego tarde,
pero en verdad me gusta...

(en realidad lucho contra mi impuntualidad, pero cuando me levanto es la hora que más déficit atencional tengo y me distraigo mirándome lo pies en vez de hacer lo que hay que hacer)

Aún cuando a veces pase horas o días,
-como ahorita- 
pensando, intentando crear,
y con un tipo de bloqueo que hace que me duela la cabeza
se me manifieste lo claustrofóbica y lo único que quiera es salir a caminar...
En verdad me gusta, de cierta manera disfruto creando material educativo,
y lo hago bien, el horario es flexible y el ambiente ameno.
Pero es de medio tiempo y el dinero es poco...
podría encontrarme otro trabajo y complementarlo...
Lo estoy intentando, pero salen puros trabajos de jornadas completas…
(Más convenientes monetariamente)
(Resistiré un rato más, a ver que sale)

(Igual y quizá el destino existe
y sea que sea lo que haga,
termine donde el destino quiere,
pero igual quiero resistir un tiempo)

Fluir de la conciencia febril


En mi estado febril y dolor de pecho constante,
(soy asmática así que no me alarma,
siempre me pasa cuando me resfrio fuerte)
me he puesto a pesar en una amiga,
a quien le escribí que le quería explicar mi molestía,
aún cuando ella me había propuesto que no nos pasaramos tantos rollos
 y siguieramos "disfrutando" nuestra amistad.

Claro yo hubiese aceptado esa liviandad,
si no fuera por alguna extraña razón que no recuerdo bien
o no sé argumetar...

Y como se espera de una amiga,
me contestó que le contara.

Y ahora estoy aquí... sin poder pesar claramente,
aunque en realidad rara vez pienso claramente...
pero ahora menos...
y mientras miro tele (que no necesita mayor poder de concentración),
bajito porque me duele la cabeza...
y me fijo en mantener la respiración serena...

Pienso en mi amiga que:
Me ha acogido en su casa infinidad de veces,
que llevamos años siendo amigas,
que nos hemos alejado varias veces,
pero que volvemos a acercarnos...
que a veces en su casa
y gracias a su generosidad, me siento "segura"
(como en el hogar).

Pienso que de seguro, si yo fuera hombre,
no sobreanalizaría esta situación,
y que si fuera una mujer más típica,
no hubiese olvidado, bajo ninguna circunstancia,
el motivo por el que le dije que quería seguir dándole vueltas al tema...

Aunque sopecho que tiene que ver
con que "siempre" recurrimos a la liviandad
y al final no hablamos muchos de los conflictos o como solucionarlos
(aunque ahora medio olvidé el conflicto,
o lo que más me pesaba al menos)

O quizá tiene que ver con que "siempre" la  convivencia es en su casa,
y todo lo que se puede inferir de ese hecho,
que no sería tan importante,
o no lo hubiese sido, si...

Bueno, ya me duele la cabeza...
así que hasta acá llego con el sobre analisis...





.......

(Quizá gran parte de mis problemas
o no-problemas,
es que no me obligo a analizar "algo"
a menos que dadas  circustancias,
sea total y absolutamente necesario)

Sobre obsesiones



"Entonces, lo mejor es que te ejercites en mirar las cosas con tus propios ojos hasta que acabes comprendiéndolas. No temas dedicarle tiempo. Invertir mucho tiempo en algo es la más refinada de las venganzas."


-Crónica del pájaro que da cuerda al mundo,
Haruki Murakami
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Este señor me insta a liberar mi naturaleza obsesiva.
Aunque en todo este embrollo, supongo que debo encontrar el equilibrio entre la lucha y la renuncia.  
...Y el punto de equilibrio, al igual que el centro de masa, en todos los cuerpos no es el mismo.

Tengo que apostar por mí



A veces quiero ser budista, y renunciar a todo deseo y pasión… Y otras veces me entran ganas de dar rienda suelta a las pasiones y vivir así, actuar por las entrañas, que los actos y palabras sean guturales, instintivos, placenteros y hasta egoístas… “Vivir la vida a concho”… (Dar rienda suelta a mis obsesiones).

Pero no sé bien qué camino elegir, ni cómo seguirlo. Así que camino no más, como intentando hacer mí camino, rezando aquel verso de esa vieja canción: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”… Pero siento  que a mis cortos, o largos, 26 años he cometido más errores que aciertos… Y no sé, no sé si hice bien cuando “renuncie”, cuando deje que las cosas “fluyeran”, o si debí luchar, quedarme, seguir: ¿Cómo se sabe cuándo es el tiempo de claudicar? ¿De “soltar”?

A mis cortos, o largos, 26 años de vida, no he concluido mucho… Y supongo que esta noche tampoco concluiré mucho, y es que realmente no sé…
Sé que somos dueños de nada,
Que nada dura para siempre,
Que el deseo es la causa del dolor (eso se lo plagie a los budistas)
Que el amor es un “algo” inmenso.

Y quizá sé más “cosas”, la mayor parte tienen que ver con hechos, definiciones y cosas por el estilo.

Pero sobre la vida, el cómo vivirla, no sé… Y a veces pienso que no hay muchas oportunidades, que la vida es demasiado corta como para permitirse equivocarse tanto; pero que a la vez, hay que permitirse equivocarse, porque si no está ese espacio, el acto de “vivir” se reduce… Y es ahí cuando necesito creer en “algo”, un algo grande, como Dios, que “premie” los actos de valentía, pero dada mi experiencia, no parece ser así… O quizá es demasiado pronto para dar un juicio… Pero ¿Y si espero demasiado?

La vida debería venir con un manual, y ser más larga, y más clara…
O que todos tuviéramos un maestro o mentor, como yoda…

Pero claro como no es así la vida, me quedo pensando, o intentando no pensar, para no sentir el estómago apretado…

Y dan vuelta en mi cabeza, como una maldición, imágenes de perdidas y detesto pensar en ellas, porque quiero ser como rezan las postales y vivir en el presente, porque es eso un presente, y suena lindo y hasta sabio, al menos para mí, pero soy incapaz, y siguen las imágenes, me asaltan de vez en cuando y comienzo a sospechar que son esas ganas de desprendimiento las que no me dejan en paz, y mi mente se quiere obsesionar sobre analizar cada maldito detalle de esas perdidas, pero la parte cuerda, la que hace una conexión con la “realidad” me dice que no, que no es sano, que viva el presente, que disfrute el instante… Pero no siempre soy capaz, y es esa incapacidad la que me hace sospechar que estoy dejando algo  importantísimo afuera. Y sigo pensando, obsesivamente, como casi siempre.

Y ahora se añade un pensamiento más o varios… Como la lucha del señor Okada del libro de Murakami, que fue en contra de toda cordura y pensamiento de desprendimiento… Y aún más pienso en el Señor Mamiya, que dice que cuando fracasamos en el momento de “luz” –único y brevísimo- de alcanzar la “revelación” ya no hay más, simplemente perdimos, y se vivirá una vida en crepúsculo, en soledad y sin esperanzas… Y me pregunto si ese momento en mi vida ya pasó, y me da terror… Porque yo no quise sentarme en un pozo y pensar, ni esperar, ni “retener”, ni salvar… Le “copié” a los budistas y solté… Y quizá en ese “soltar” fracasé… 

Y ahora estoy “condenada” al crepúsculo… Suena paranoico ¿No?

Quizá deba sentarme a pensar una estrategia para perseguir y alcanzar, ese brevísimo “espacio de luz”, obsesivamente, como el señor Okada. 

Porque al final, yo como todos, no tengo opción: “Tengo que apostar por mi”.