Al final la vida es construir(se)
y reconstruir(se)...




(acierto fotográfico de la Flaka)
Tengo ganas de llorar...

Mi Peda querido, si sobreviste a Pinocho
sobrevivirás a Piraña!!!



(Ya llevo dos años bien malos
ojalá Karim tenga razón
y después vengan hartas cosa buenas)
¿Cómo te digo Andrés
que a ratos quiero besarte
y mucho más que besarte?


Pero justo me dices amiga,
y hablas de lo genial que es nuestra amistad;
o divagas sobre la perfecta "relación" que tenemos
y que cuando ves nubes esponjadas te acuerdas de mi pelo
y que me llevas en el corazón.

Y comienzo a creer que es verdad, que estamos bien como estamos
que al final los amigos perduran más que los amantes,
que jamás peleemos,
que podemos ser honestos
sin intentar impresionar o seducir...

Y es que no creo que estemos hechos el uno para el otro;
y es que aún me pregunto cómo me atraes a veces,
si eres tan distinto a mi tipo,
y sé que soy muy distinta a tu tipo;
mejor ser amigos, así geniales...

Pero me persigue la idea de bailar contigo.
Me gusta mirar el cielo
mientras hay nubes
y hace algo de frío
me siento viva...

¡Sí se puede!



Nos toca construir la educación pública de calidad, laica y gratuita.

¡Sí se puede!!

Aún cuando sé 
que no soy de cristal,
me da miedo romperme. 


¿Qué hace el pueblo?


Una vez estaba viendo un documental ecológico; trataba sobre crear tecnología amigable con el ambiente y que fuera más atractiva que la altamente contaminante; salía un tipo diciendo que en realidad esta revolución no había que explicarla mucho, que no era necesario “educar” a la gente, sino que “seducirla” e implementarla; dijo que así se había logrado hacer caer a la unión soviética, que en realidad habían sido unos pocos los que entendían bien lo que pasaba y lo demás había sido una puesta en marcha.

Hoy fui a la marcha como todos los jueves, fui al trazado autorizado y no se formó masa, así que caminamos por la alameda hacía el oriente, no sé bien con qué propósito, yo caminé porque mis amigas se negaban a devolverse a la casa después de haberse levantado temprano y querían “ir a cachar”. Mientras caminábamos yo me preguntaba en dónde iba a terminar todo esto, cuándo y cómo…

¿Cuánto poder tiene realmente el pueblo? Yo que no sé de historia no sé con certeza (quizá nadie lo sabe) cómo funcionan los cambios sociales; Siempre he pensado que son lentos o en base algún hecho terrible, como alguna guerra, ya sea de clases o entre naciones…

Y me puse a pensar en lo que dijo el ambientalista, que la unión soviética calló por el desempeño intelectual de algunos y el seguimiento “ciego” de muchos… Lo cual no sé qué tan cierto es eso (dada mi ignorancia). Pero me hizo sentido, es decir, pareciera que los que tienen poder, ya sea económico o intelectual, pueden perder alguna batalla, pero suelen ganar la guerra (o provocarla)… Quizá simplemente estas personas dejan ser a las masas de vez en cuando (o eso le hacen creer) y después simplemente las manejan, las manipulan en pro del beneficio propio.

Mientras pensaba, llegamos al frontis de la Universidad de Chile, donde había un tipo de batucada que nos quedamos mirando, y donde se comenzó a reunir una multitud; Luego, encabezados por la batucada, intentamos marchar hacía la Moneda; Ahí íbamos, siguiendo a la batucada cuando un guanaco nos empezó a tirar agua, avalancha de gente, a correr, y ahí iba yo tratando que la gente no me aplastara, cuando salieron un montón de encapuchados  y empezaron a tirarle piedras a los “pacos” ; les grite un par de “chuchas” y seguí corriendo; Y luego, cuando noté que estaba en un lugar dónde no me caería algún objeto, el guanaco no me moraría y la masa no me aplastaría, me detuve y mire hacía atrás, una batalla campal. Mientras me repetía “estos actúan como animales”, me embargó una gran pena; porque a ratos pareciera que esto de salir a marchar no logra frutos, pareciera que esto es un tipo de circo en donde nos mantienen; y que al final siguen siendo los mismos de siempre los que deciden; Y las personas no somos capaces de tomar otra estrategia, no somos capaces de dejar de actuar como animales, no somos capaces de dejar de actuar como peones en un gran ajedrez donde siempre se “protege a la burguesía”.






Amenazan las ausencias



¿Sin final?



¿Qué tal una historia?
Con final feliz
como en las películas para niños
o comedias romántica,
que son como lo mismo,
pura idealización,
dramatismo con un giro brusco,
hechos mágicos improbables.

Puras mentiras
que te distraen
por un par de horas de la realidad.

Que a ratos de engañan,
te hacen creer en la magia,
como la Jana
que espera a su príncipe azul,
creyendo que su paciencia
será recompensada
con el amor verdadero,
como en la películas…

Y yo me pregunto
si el romanticismo
es la alucinación colectiva de este siglo…

(¿por qué seré tan ácida?)

El escenario perfecto


Cuando tenía que decidir qué estudiar, aún cuando siempre coqueteé y hasta me comprometí con la pedagogía me volví a cuestionar todo, decidir qué hacer para ganarse la vida era una decisión compleja, en la que tenía que tomar en cuenta varias aristas.

Así que ahí estaba una madrugada torturándome, pensando en que estudiar, podría ser medicina e irme a África a combatir las plagas; o trabajo social y ayudar en las poblaciones, o podría ser traumatóloga y hacer un bien y ganar dinero para dejar de ser pobre, o ser ingeniera y hacerme millonaria y comprarle a una casa a mi madre, o también ser psicóloga para hacer talleres a las mujeres de poblaciones y que no se dejaran golpear por sus parejas, pensé en tanta posibilidad, tanta que he olvidado algunas; entre tanta maraña mental, entre la desesperación de no saber qué hacer oré, en esos tiempo oraba más que ahora, oré y no sé si pedí algo, quizá expuse mi problema no más (cosa algo extraña lo sé, dado que Dios lo sabe todo), luego de eso supuse que la mejor opción era ser profesora, porque al final abarcaba más, abarcaba ayudar a otras generaciones a  cumplir sus sueños, y más de alguno, iba a querer ser doctor, ingeniero, psicólogo o asistente social, etc; y no es que yo sea imprescindible en el cumplimiento de sus sueños, es sólo que a veces algunos gestos, apoyos o palabras son determinantes en poseer el coraje o las herramientas para cumplir los sueños, pensé que yo podría estar ahí, contribuyendo en algo (abandoné la idea de hacerme millonaria).

Después no lo pensé más, ni cuestioné nunca más el ser o no profesora (a veces pensé que tendría que cambiarme de especialidad dado mi historial académico), y es que creo que esa decisión que tome alguna noche en la madrugada, fue la mejor que he tomado; y es que si hay algo a lo que le veo lo positivo y sobresale en mi mente y corazón es el ser profesora.

Y es que creo que se está en el escenario perfecto para luchar por la justicia, para luchas por un mundo bueno.

Si me permito soñar



Si me permito soñar, así de pie mientras viajo en un autobús, mi sueño tiene que ver con ser profesora, de esas que hacen su pega, que la hacen bien y le ponen una cuota de humanidad a su labor… (Y organizan carnavales).

Si me permito soñar, así de pie mientras espero que me den una caja en el trabajo, mi sueño tiene que ver con mi madre, con que algún día, sin saber bien ni dónde ni cuándo nos reencontramos.
Si me permito soñar, así de pie mientras me apretan en el metro, mi sueño tiene que ver con vivir en Valparaíso, en una casa no muy grande, con paredes blancas, y un jardín verde, desde donde se ve el mar, donde además la casa da a una plaza, de esas típicas del los cerros del Valparaíso, donde hacía el final  hay un tipo de balcón desde donde se ve el puerto.

Si me permito soñar, así de pie mientras observo por la ventana, mi sueño tiene que ver con un compañero, un cómplice de la vida, de las aventuras, de las ideologías y las pasiones. Alguien que no vea en mi una luz, ni una estrella, ni ningún concepto astrológico, sino pura y llanamente a la amante y compañera.

Abandonando la metáfora,
me podría ir literalmente
a la puna del cerro..

Un cerro colorido
desde donde se vea el mar
y se respire paz.