Estoy cansada de esperar...

Ayayayy...
En este instante me gustaría estar tomando vino embotellado, en una copa ancha, y acompañada de buena música, mientras espero que se cocine el pollo...


Pero no hay vino, ni buena música... 

Y una amiga, con sus pensamientos de "Clo, tenemos 25 años, yo hago nada y tu estas llena de deudas", me dejó algo melancólica...



Ay la vida, me pregunto cuando mostrara la cara amable...
Le decía a mi hermana que quiero hacer todos los rituales esotéricos de fin de año; Dado que mi “rebelión anti sistémica” del año pasado nada provocó, aunque esa no era la idea; Y dado que el 2011 será recordado como un tipo de secuela maldito del 2010, pues pensé en realizar esos ritos extraños de fin de año, emborracharme y bridar con ese pedazo amorfo de familia que poseo… Básicamente para pasar un buen rato, y probar si atraigo la buena suerte.
Pero el núcleo familiar de mi hermana, al que me alojo de vez en cuando, como la familia que me queda, está sufriendo una crisis, y aun cuando quiero permanecer al lado de mi hermana, por mi no me esforzaría, ni esforzaría a ese grupo de personas a actuar a ser felices y se les vaya la energía en un tipo de teatro carente de sentido… Por mí me iría con alguna amiga, algún amigo, algún desconocido a beber champán en el caos de Valparaíso… Pero no hay plata, ni alguien que quiera acompañarme… Así que la segunda opción que me parece tentadora es hacer nada, igual que el año pasado y leer algún libro; Pero sospecho que si hago eso, la señora con la que vivo me invitará a cenar con ellos y no me sentiría cómoda; Así que aquí estoy pensando qué hacer, a qué amiga recurrir, si aceptar la invitación de la amiga que me hice hace poco…
En todo caso, la idea de esperar borracha y realizar todos los ritos esotéricos, ya se fue al carajo… Veamos que pasa, a veces la vida cambia de un instante a otro y 4 días es harto.


De mí

De mí me gusta que:

·         Sé cocinar.
·         Puedo desempeñar el papel de “maestro chasquilla”.
·         Sé escuchar.
·         Tengo cierta resistencia al alcohol y sé el momento exacto en el cual detenerme (y lo hago) para no comenzar a ser triste.
·         Tengo paciencia.
·         Tengo sentido del humor, y trato de comprender los diferentes sentidos del humor.
·         Mi pelo es genial (y a veces mi boca).
·         Soy leal.
·         Rara vez miento.
·         Sé coser.
·         Le digo a la gente que quiero, que los quiero.
·         Intento ser valiente.
·         Soy perseverante. (A ratos, a ratos muchos, soy tremendamente tozuda)
·         Me gusta leer.
·         Siempre pruebo nuevos sabores de helados, e intento llevar esa innovación a la vida cotidiana.
·         Creo que todos tenemos las facultades suficientes para lograr nuestros objetivos.
·         Tengo espíritu inquisitivo.
·         Soy autodidacta.
·         Soy perseverante.
·         Tengo resiliencia.
·         Perdono con facilidad.
·         Suelo estar dispuesta a explicar.
·         Trabajo por ser una persona integra.
·         Intento no juzgar a otras personas.

Lo que no me gusta de mí:

·         Tengo una extraña tendencia a la melancolía (creo que tiene algo de “romántico” eso de la melancolía, pero como dijo Buda, hay que seguir el camino medio) (pretendo hacer ejercicio para crear endorfinas).
·         No hago ejercicio (pretendo comenzar a hacer).
·         Como mal (debo comenzar a hacer almuerzo).
·         Puedo ser tremendamente hermética (supongo que debo comenzar a abrirme un poco).
·         No sé bailar, o sea lo hago, pero soy tremendamente tiesa (quizá deba ensayar pasos de bailes, como adolescente).
·         Soy tremendamente ansiosa (debo aprender a controlarme).
·         Soy poco sociable a ratos (quizá conversar más).
·         No soy muy ágil socialmente (ejercitar el “tacto”)
·         Tengo tendencia a ser ociosa (Hacer lo que hay que hacer y luego mirar el techo).
·         Tomo demasiada coca cola con hielo (no gastar tanta plata en una empresa tan capitalista, y de paso joderme el cuerpo).
·         Administro mal el dinero (pretendo dejar de gastar plata en “dulces y bebidas”)
·         Me  sobran como 10 kilos (pretendo hacer ejercicio y comer más sano).

Este es un tipo de ejercicio, para “amarse primero”; notar lo bueno de uno y “trabajar” en mejorar lo malo.
Yo creo que no tengo problemas de autoestima…

(Tengo otras muchas características que no sé catalogar y tampoco es necesario, supongo)
Al terminar el día busco señales, y maldigo la hora que empecé a leer a Coelho y su filosofía barata, me deformó la manera en que tengo esperanzas…
Me da miedo quedarme como estoy, en una pieza no tan minúscula, pero insípida; En un tipo de letargo, conspirando contra mi idea de salvar el planeta, comiendo carne a destajo y sin ahorrar energía… Ni a las marchas voy.
Sospecho que mi alma está herida, deambula mi corazón en penas; y es que la vida siempre ha sido algo difícil, y mi corazón siempre ha sido complejo, en una extraña combinación de dureza e inocencia… Y ha estado roto hace tanto, que me da miedo que la lesión sea crónica, como la de los huesos.
Y es que me han roto tanto el corazón últimamente, y tan profundamente, que a ratos me rio por la mala suerte.
    No sé quién me rompió el corazón primero, si el intento de poeta o mi madre, pero se coordinaron o se coludieron, no sé, pero terminé en penas y sujetándome a principios y a mi tozudez; Después siguió mi madre ¡Ay mi madre! y la vida…
Luego mi madre, y aunque seguí, tozuda y en pie de lucha, siguieron las amigas, la flaka que se alejó por alimentar la lujuria y el romanticismo (y yo, que cuando sucumbía a esos placeres, me cuidé tanto de no abandonarla), la Tanya mi amiga, mí casi hermana, que me apuñaló de frente, por meretriz y desleal;  Andrés, que ya no bailó más conmigo y después de actuar confusa y contrariamente se fue con un tipo de hermana no sanguínea…
Me rompieron el corazón, y entre tanto atentado a este órgano figurativo, supongo que se  desestructuraron mis esquemas mentales, porque por ahí ando, mirando el cielo, comiendo carne, dejando las luces prendidas, tomando duchas de 40 minutos (o baños de tina), lavándome los dientes con la llave abierta, sin llevar mis propias bolsas a las compras, comprando bebidas en botellas desechables... Sin soñar en hacer clases… Pensando en mi madre, en su soledad, y en como soy incapaz de acompañarla, de retribuirle el amor que me otorgó de chica… incapaz de proyectarme (aunque eso casi no lo hago como de los 13 años, pero ahora menos). Buscando señales, esperando un príncipe azul (cosa que no hacía como de los 7 años). Esperando milagros…
Esperando señales que siquiera  me den esperanzas y alimenten la paciencia…
    Esperando, más que nada, sentir a Dios; Y es que siendo justos, no estoy tan mal, tengo techo, trabajo, comida, familia y amigos; Internet, que es un tipo de necesidad básica… Salud, libros…  Y como un buen cristiano diría (cosa que no soy), tengo porqué agradecer al cielo; Pero hace rato que no siento el corazón rebosante, y esa certeza, extraña  e irracional, de que Dios existe, de sentirlo, de saberse protegida o querida por Él … De que hay un tipo de comunicación, conexión, algo, medio esotérico y espiritual…

   ¡Ay la vida!

(siento que no tengo pasión)

Soñando...

(O escribiendo cualquier cosa, mientras debería estar haciendo cualquier otra cosa útil, como trabajar o hacer la Tesina)

Sólo tengo ganas de leer, comer mientras leo y caminar de vez en cuando, sobre todo en las mañana o en el atardecer. Pero hay tanto que hacer, tengo que ganarme el pan, que ocupa una buena parte del día, hay que pagar las cuentas, terminar la universidad… Y yo sólo quiero leer a malas escritoras (como dirían los literatos), como Laura Esquivel, Isabel  Allende, etc.…

Sospecho, que no les gustan estas mujeres porque dan cierta esperanza “barata”, y ellos sendos megalómanos con un sobreactuado pesimismo, piensan que mientras más negativo se es, mientras más se vea la vida sin un grado de esperanza, gris y negro, más inteligente se es, más se crea literatura, como si fuera inteligente andar por la vida con el complejo gregoriano y todo apesadumbrado... En fin no estoy segura, es una sospecha, supongo que no sé de literatura, ni quiero saber, porque cuando me aventuré a estudiar esa área, sentí, intuí que estructurándolo todo, catalogándolo todo, los libros dejarían de tener esa belleza "simple", esa magia de transportar, de divertir, de producir gozo.

Pensándolo bien, estuve en paro como 4 meses (mis compañeros más que yo), y lo único que hice fue trabajar, ver películas tontas y jugar en Facebook, debí leer ¿Por qué me dan estos ataques de ratón de biblioteca en los momentos más inoportunos?

Quiero que me mantengan, no tener que trabajar y no tener que hacer la Tesina y ese montón de planificaciones para mi trabajo y para la práctica. Quiero estar todo el día leyendo la no literatura inocente y medio esotérica… Bueno quizá intercalarla con Lemebel, Bolaño, Saramago y Bukowski -Y cualquier otro autor que no conozca y me entusiasme-  Hacer una ensalada en mi cabeza… pero poca ensalada y más liviandad.

¡Ay soñar!… Dicen que no cuesta nada.

Querido Dios:

Quizá es porque estoy leyendo a Isabel Allende, esa mujer enamora de la vida y de su esposo, que transmite en sus libros esa extraña mezcla entre la crudeza de la realidad y la magia del destino, y que Bolaño dictaminó no era escritora, pero esa mujer es capaz de sacarme el lado romántico, y lo escéptica se me va al carajo y empiezo a soñar con romances tórridos y destinados;  y comienzo a creer en ese amor que me espera a la vuelta de la esquina.

Y empiezo a creer que quizá tanta mala suerte va a tener un tipo de recompensa rosa, y el destino me pondrá frente al amor de una forma tan abrupta y avallasadora, que ese romance con el intento de poeta se quedará chico en coincidencias y atracción. Y te miro al cielo esperanzada y admito que a veces, a veces muchas, la inocencia es un componente de mi alma y que creo en tus designios complicados y a ratos con apariencia caprichosa; y que tu sentido del humor  complejo y algo ácido, sólo hay que aceptarlo y comenzar a reír con el y esperar, porque parece que lo que más te gusta entrenar es la paciencia y que ya viene, ya viene la primavera, y que en esto somos algo cómplices y que al final… al final, no sé, pero habrá dicha entre tanto entuerto.

Con cariño

Clo- tilde

.....
(como que tengo crisis de identidad y firmo siempre con distinto nombre, pero sigo siendo yo.
En otro momento, encontraré algo tonta esta carta, pero ... bueno no hay peros, más que decir que a veces tanta pulcritud  e "inteligencia" no sirven de mucho)



...algo al otro lado

"Es curioso, quizá la madre de Rufo tenía razón al decir que no hay persona más desgraciada que la que no sabe ver lo que  tiene, yo miro a todos estos y puedo ver lo que todavía me queda. 
Porque en este naufragio sólo hay que saber a qué tabla agarrarse y con quién, y si te agarras a una equivocada, no ahogarse entre tabla y tabla, el error es intentar nadar solo... 
No dejarte caer, sabiendo que en tierra firme algunas casas tienen techo, y las casas que tienen techo, también tienen ventanas... y quien mira por una ventana siempre encontrará algo al otro lado. "

-Isabel de 15 días contigo
Querido Dios:

La Violeta te escribió una carta justo antes del gran terremoto del 60, yo pensaba que era la única persona que hacía ese tipo de cosas, que por lo demás cuestionan la salud mental…
Ahí la Violeta te pidió que no echaras tu furia contra los niños y pobres, que si en alguien querías echar tu furia que fuera en contra de los ricos y poderosos…
A mí me dieron ganas de volver a escribirte, y pedirte… ¿Qué pedirte? ¿Qué la soledad se acabe? ¿Qué los milagros económicos se repitan? ¿Qué adelgace mágicamente? ¿Qué mi madre vuelva? ¿O que yo vuelva? ¿O que justo en el medio nos encontremos?  ¿Qué los amigos abunden? ¿Qué los paseos se multipliquen? ¿Qué un amante me acompañe y me recorra el cuerpo? ¿Qué obtenga un buen trabajo?...  No sé bien que pedirte, no sé cómo se soluciona este embrollo que tengo por vida… Y a veces pienso que hay que tener cuidado con lo que uno desea, no vaya a hacerse realidad; y no resulte tan idóneo como  en los sueños…
Así que me siento y escribo, mientras pienso en que mejor no te pido nada, y te sigo dando las gracias no más, cada noche por la vida y la salud, que supongo ya es harto,  y que la única petición sea que sigas protegiendo  a los seres amados…
Que esta carta no tenga mayor propósito, más que el saludarte, para que no creas que te abandono y que recurro a ti sólo cuando te necesito, porque sabes que no es así, soy de las chúcaras creaciones que te pasa reclamando y agradeciendo, extraña mezcla de hereje y beata… Más de beata, porque yo soy así, quiero y respeto, pero el reclamo no deja de salirme…
Ahora en este escribir, se me ocurrió una petición Señor, mejorar mi suerte te requiero.

Amén
Victoria Jeldes 




Soy una maldita
optimista...



Quizá perdí el rumbo…
Quizá esta extraña sensación
alojada en mi vientre,
que declara nada tiene sentido,
nunca desaparecerá;
Y yo mirando el cielo como esperando,
mirando las paredes blancas que dicen nada…

Leí en alguna parte
que hay que perderse
para conocer el camino,
(y se verbalizó un sentir…)
Quizá por eso me ando perdiendo,
quizá así encuentro algo,
quizá así me encuentro.

(Un poco) bizarro


Mientras miro una serie de una pareja que se conoció en un grupo de comedores compulsivos anónimos, me como un pote gigante de helado de chocolate y pienso que quiero un novio gordito que me diga tiernamente “te quiero bonita”…

Y  pienso que quizá necesito ir a uno de esos grupos.

Años perdidos

Es un cuento de Collyer, uno de mis favoritos; trata de unos tipos que en tiempo de dictadura secuestran un vagón de metro ( el primero, constante razonable en los secuestros, dado que es el vagón que sigue al compartimiento de conductor; y una buena razón para quienes son un poco paranoicos para nunca, jamás subirse al primer vagón del metro, a menos claro, que sea el secuestrador). Lo que pedían como recompensa, por los secuestrados, era irse en metro a Cuba.
El desenlace, no lo contaré en esta ocasión, mencionaré las razones del secuestro, resumidamente "hinchar las pelotas", buscar un poco de justicia bajo tierra, entre tanto desaparecido sepultado en proximidades de esa misma tierra.
Y entra tanta euforia, placer y hasta dolor producido al leer este cuento, me empiezo a preguntar, si en verdad son "años perdidos" o simplemente es que todos funcionamos a distintos ritmos.

Simplemente siento que me hace falta cometer errores


A veces siento que no he cometido los errores suficientes
Y es que pareciera ser que ciertos errores te conducen a cierta felicidad
Por ejemplo, mi hermana que se casó apenas pudo
Con un tipo que apenas conocía
Y tuvo un hijo de inmediato
El matrimonio se terminó
Pero el hijo, mi sobrino
Es una tremenda bendición de la vida.

Yo que siempre me he cuidado tanto
De no cometer los errores típicos
De no ser madre adolescente
Que me he preocupado de estudiar
Que he luchado por cumplir el sueño de ser profesora
A estas alturas, cuando estoy por cumplir
La mayor meta que me he puesto hasta ahora en la vida
Siento que me ha faltado cometer errores.

Y es que esto de estar a las puertas del cumplimiento de un sueño,
A las puertas de vivir el sueño de la infancia
Extrañamente, y aunque me cueste escribirlo
No me hace feliz…
Y comienzo a sospechar que me hace cometer errores,
Que tanto esfuerzo en realidad no ha valido la pena…
(Y ese ha sido el mayor error
El cuidarse tanto de no cometer errores)

Simplemente siento que me hace falta cometer errores
Pero de esos “cototudos”
No los típicos que siempre cometo
Patéticos errores…
Como comprar algo que no ocupo
O pasarme en el metro por andar “volando”
O comer más de la cuenta
O llegar tarde…

Me hace falta cometer un error más trascendental
Que me traiga, ojalá,
Además de todo eso que terrible que traen los errores
Algo hermoso.

¡Ay la vida!
Maldita creatividad que no llega
Maldito dinero que es escaso
Maldito mi cuerpo que está cansado
Maldita mi mente que está agotada...
Maldito el insomnio que no me deja soñar

Quizá no soy ni tan fuerte
ni tan independiente...

Sigo con la lucha
(algo desganada, pero sigo)
Sigo con la espera
(sin saber bien qué espero,
ni con mucha esperanza,
pero espero)

Sobre mi madre



Mi madre me enseñó una gran lección,
nunca se debe sostener
o vivir en torno a una sola persona,
por más romántico o entregado que suene.


(Ella lo hizo y cuando esa persona se alejó,
porque así es la vida,
la gente pasa por nuestras vidas,
ella se desmoronó
y el dolor la transformó)


Sospecho que el mejor pilar en la vida
es actuar íntegramente...


(Tomando en cuenta 
que una persona integra
es aquella que actúa según sus principios,
los propios 
no los de otros)
Piensa, piensa, crea, creatividad ven a mí…
Tesina, Eduinnova, planificar clases de estadística, planificar clases de orientación; crea, crea…
Si me tengo que ganar el pan creando, sospecho que me está costando, o que hacerme millonaria es algo complicado…
Amenazan las ausencias… me pregunto cuál es el motivo o el propósito de perder a tanta gente en tan poco tiempo.
Crea Clo, crea, tienes que crear para ganarte el pan, para terminar esta carrera por la que has luchado seis años…
Debería bajar de peso, sería un problema menos, verme bien, estar segura con mi cuerpo, ponerme ropa linda, lograr una sonrisa propia frente al espejo, quizá deba hacer dieta…
Las potencias de base diez ¿Son cotidianas? Las transformaciones de magnitudes son cotidianas, pero es complicado enmarcarlo es una historia atrayente ¡No sé ser atrayente!...
Debería hacer deporte, se liberan endorfinas, quizá andaría con más ánimo, no me cansaría tanto y adelgazaría, dejaría de ser tan “aguadita” como dice Martín, aunque él no tiene moral para tratarme así, es más gordito y “aguadito” que yo.
Malditas ausencias ¿Cómo es que no poseo ese lazo que por tradición es el más fuerte? En esta sociedad el amor de una madre parece ser el más potente, el más leal, el más presente, y yo aquí sin madre, por pura negación voluntaria.
Tengo que leer más sobre aprendizaje basado en proyectos; tengo que planificar, crear algo innovador…
Tengo que ahorrar, trabajar más ¡Maldito dinero! Si aún estudio… Seria lindo contar con un hogar, con esa red de seguridad que tanta gente parece poseer, y aún más si todavía estudia.
Crea Clo crea, tengo que planificar algo entretenido para el colegio, me la he pasado siendo conductista ¿Cómo voy a marcar la diferencia si sigo haciendo lo mismo de hace 30, 50 o 60 años? No es mi intención hacerle clases a la pizarra, se supone que elegí esto para hacerle un bien a las 45 almas que están frente a mí en el aula, no para mecanizarlos, ni someterlos…
Necesito creatividad… Quizá debería fumarme un porro…
Tengo que planificar para orientación ¿Cómo se orienta a 45 niños si estoy tremendamente perdida?
Me dieron ganas de tomarme una chela. Pero quiero adelgazar…
La voluntad… Debo hablar de la voluntad, Einstein decía que una hay fuerza motriz más poderosa que el valor, la electricidad y la energía atómica: La voluntad… Antes tenía escrita esa frase en mi pared…
Extraño poder escribir cosas en la pared, ahora no puedo, y esa catarsis de escribir algo en la pared se perdió, y ese tipo de empuje de leer y releer palabras bellas o de aliento también se perdió… He perdido tanto últimamente.
Pienso en Bolaño, que dijo alguna vez que ningún caballo llega a la meta, pero que existen algunos que lo comprenden antes…  (o quizá no fue Bolaño)
A lo mejor es como esa frase “barata” que dice al caminar hacia el horizonte este  se aleja, y que en verdad  uno va al horizonte no para alcanzarlo, sino para avanzar (esa extraña sobrestimación sobre avanzar). Aunque si fue Bolaño el que dijo esto, debe estar revolcándose en su tumba, porque a él le cargaba la literatura “barata” (y yo comparando un dicho de él con palabrillas…) Si fue Bolaño, supongo que quería decir que al final nunca se logran los objetivos, los sueños gigantes, que somos derrota… él tan negativo, tan megalómano, este tipo se creía genio porque veía lo gris de la existencia… aunque en alguna parte de algún libro que leí de él, supuse que de alguna forma mantenía un extraño tipo de esperanza… como que el hacerle frente al fracaso de la vida, era nuestro éxito.
Tengo que dormir, y planificar, tengo que escribir cómo enseñar, qué enseñar, porqué enseñar…
¿Cómo se lucha por un sueño con el que se duda se logre ser feliz? Quizá no sirvo para esto, la fe en el género humano (en que el humanos es humano) se me ha ido deteriorando y como que la evidencia apunta a que no tiene mucho caso esto de educar, esto de pensar, de ser crítico, de rebelarse, al final son los mismos de siempre los que ganan, los con poder, los inescrupulosos... Además las fuerzas se me gastan… estoy cansada…
Cómo diría Bukowski (en realidad me lo imagino)… no lo intentes ¡Pelea!

A seguir peleando.