Vómitos del alma




Bukowski:

Hoy fui a hacer una clase en la mañana, al terminarla el padre de la niña me empezó a contar que la chica estaba desinteresada, perdida, que iba mal en el colegio y esas cosas típicas de la edad, luego le dio un discurso moral a ella, y yo sentía que el señor esperaba que yo lo apoyara en la cantaleta, pero sólo miré y le dije que haría lo posible en ayudarla, mientras pensaba que yo estoy tan perdida como ella, o quizá más.

El asunto, es que después fui a mi otro trabajo y en el camino perdí la plata de la clase, lo que fue bien triste, pero no me apenó mucho, me sentí perdida, siempre pierdo las cosas; mi vida es un tipo de desastre; donde no hay horarios, ni hábitos; sin orden, sin desorden comprensible, sólo un tipo de letargo austero y algo desinteresado. Supongo que muchos sienten esto o lo han sentido.

Me acordé de ti; tu que pasaste días en una habitación minúscula, bebiendo cerveza, masturbándote, buscando con quien coger, escribiendo.

A veces me entran ganas de ser como tu, seguir tus pasos, pero somos de diferente sexo, países y épocas, así que las condiciones son distintas. Además no es mi estilo (supongo que en lo que más te sigo es en beber cerveza, que no es el punto), yo soy distinta, quizá más común, quizá menos o más valiente, quizá simplemente nuestros sueños son distintos. Yo quiero hacer clases en una escuela del puerto de Valparaíso (con el tiempo en una universidad), recorrer sus cerros a diario y organizar carnavales estudiantiles; Y si la suerte me acompaña construir una familia.

Por eso no me lanzo a beber cerveza como desquiciada; Y lo demás no es mi estilo. Pero con esto de andar deprimida en la micro, me puse a pensar que tengo que hacer algo para alimentarme el alma, (y organizarme un poco) y recordé a Vian y ese ordenar la biblioteca, él escribe todos los días, y parece hacerle bien. Así que en honor a tu (y su)  método de salvación, me propongo escribir todos los días, lo que sea, no será con las ganas de que me publiquen como en tu caso (mi sueño es distinto), ni con la iluminación ni sapiencia de Vian (yo me he leído pocos libros), sólo palabras, vómitos del alma.

Con cariño y cierta locura.

Clo


1 comentario:

Vian dijo...

:) Gracias...
Creo que hacerlo todos los días, más allá del cansancio y etc., recién da una idea del valor inmenso que puede tener. Porque la dificultad te hace también querer a quienes escribes, obligarte a un sentido propio, pero para brindarlo... supongo que eso es lo más difícil: "salvarse" como compromiso con los otros...
Un abrazo y suerte con Cálculo.
No lo intentes...