¡Pelea!

Cuando mi hermana habla de mí dice que soy esforzada, perseverante e inteligente, que voy a la universidad, que para más remate estudio para ser profesora de matemática, y no para básica, sino que para media. Y siempre que estoy estresada o cansada por la universidad me dice “dale pa’ adelante, que tu perseverancia será premiada, tu eres la persona más inteligente que conozco”. A ella no le quepa en la cabeza que después de tanto esfuerzo fracase, cree en un tipo de justicia; También al parecer conoce a poca gente.

Pero dejando de lado los miedos, y en vista y paciencia que igual he estudiado, aún en el apagón de hoy (y lo seguiré haciendo), y aún cuándo creo que sé bien poco de cálculo, me alegra e inspira tener a mi hermana; Y es que cuando yo hablo de ella digo que es una mujer simpática, el alma de la fiesta, que sacó todo lo extrovertida que yo no tengo, que es buena persona, que es genial hablar con ella y que además de eso es una mujer esforzada, “aperrá” como se dice en buen chileno, y es que ella trabaja casi todo el día y en las tardes-noches es mamá, dueña de casa y esposa. Me sorprende todo el amor que otorga, toda el trabajo que realiza, todos los obstáculos que supera, por luchadora.

Así que aquí estoy, esperando, peleando, como diría Bukowski (y el señor Vian) (no sólo intentándolo), y a pesar del resultado seguiré peleando, porque entre las cosas que tenemos en común con mi hermana, además de los progenitores y de hablar bien de la otra es que las dos somos luchadoras.