De Haruki Murakami
Bueno quizá me
hice muchas expectativas, o muy pocas, no estoy segura, el asunto es que estas expectativas no estaban
ni cerca de lo que resultó...
¿Realismo
mágico japonés?
Tengo la
extraña sospecha que andaré los próximos cinco días mirando el techo, o por la
ventana de la micro y pensando en el señor Okada y su tozudez... Con una sensación
extraña en el estómago, como de vacío en el alma, y de espera, como si
esperando se me fuera a revelar una gran verdad y pudiera comprender las vicisitudes
de esta historia, de estas historias. O si así, esperando, me alcanzara el alma
que se me quedó en un embotellamiento, no sé explicarlo bien... Quizá sea
sensación de irrealidad... Un antiguo amigo lo catalogaría de "remezón de
estructuras metales"...
Sospecho que
me quedaré harto rato pensando en esto, en la guerra, en la tortura, en la
vida, en la muerte, en el amor, en eso de "salvar a otro", en eso de
hacer caso al instinto, a las entrañas...
Etcétera,
etcétera…
¿Cuándo
es apropiado actuar como un “loco”?
……………………………………………………………………………..
Señor Murakami apareció para confundirme,
lo cuál de cierta forma, me
agrada.
……………………………………………………………………………..
Nota mental: Este es un libro que debo releer, en
algún momento, después de leer otros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario