Querido Dios:

La Violeta te escribió una carta justo antes del gran terremoto del 60, yo pensaba que era la única persona que hacía ese tipo de cosas, que por lo demás cuestionan la salud mental…
Ahí la Violeta te pidió que no echaras tu furia contra los niños y pobres, que si en alguien querías echar tu furia que fuera en contra de los ricos y poderosos…
A mí me dieron ganas de volver a escribirte, y pedirte… ¿Qué pedirte? ¿Qué la soledad se acabe? ¿Qué los milagros económicos se repitan? ¿Qué adelgace mágicamente? ¿Qué mi madre vuelva? ¿O que yo vuelva? ¿O que justo en el medio nos encontremos?  ¿Qué los amigos abunden? ¿Qué los paseos se multipliquen? ¿Qué un amante me acompañe y me recorra el cuerpo? ¿Qué obtenga un buen trabajo?...  No sé bien que pedirte, no sé cómo se soluciona este embrollo que tengo por vida… Y a veces pienso que hay que tener cuidado con lo que uno desea, no vaya a hacerse realidad; y no resulte tan idóneo como  en los sueños…
Así que me siento y escribo, mientras pienso en que mejor no te pido nada, y te sigo dando las gracias no más, cada noche por la vida y la salud, que supongo ya es harto,  y que la única petición sea que sigas protegiendo  a los seres amados…
Que esta carta no tenga mayor propósito, más que el saludarte, para que no creas que te abandono y que recurro a ti sólo cuando te necesito, porque sabes que no es así, soy de las chúcaras creaciones que te pasa reclamando y agradeciendo, extraña mezcla de hereje y beata… Más de beata, porque yo soy así, quiero y respeto, pero el reclamo no deja de salirme…
Ahora en este escribir, se me ocurrió una petición Señor, mejorar mi suerte te requiero.

Amén
Victoria Jeldes 

No hay comentarios.: