Una exquisitez


En un libro de Angeles Mastretta, la autora comienza a nombrar las alegrías de la vida, eventos más casuales y menos excéntricos que la tan ansiada felicidad.

En esa lectura liviana, embrujadora; Nació sin aviso una imagen de una exquisitez de mi propia existencia. Retrocedí un montón de años y me encontré frente al que se podría catalogar como mi primer amor, en un anochecer de un añejo invierno, cuando él venía a mi casa y nos dedicábamos a hacernos compañía y a besarnos. Evoqué entre mi lectura, el instante en que mientras nos besábamos él tomo mi mano y la puso en su pecho y sentí su corazón acelerado y palpitante; Nos quedamos así un instante, mientras la magia y el encanto invadía mi cuerpo…

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