Sigue el paro... o toma.





Yo no soy algo así como una buena estudiante; El primer año de universidad lo pase con más pena y sin gloria, con varios ramos reprobados; El segundo, a punta de estudio forzado, reforzado y apelación a mi conciencia, lo viví aprobando los ramos, no gloriosamente, pero aprobándolos, cada uno de los que tomé.

El punto es que no soy una genio con los números, elegí pedagogía en matemática por sorteo, para dejar de atormentar mi alma insomnica y porque la pedagogía la llevo al parecer, arraigada a mi sistema nervioso central.

Los paros o tomas suelen ser nocivos para el estudio; De vuelta todo se comprime y queda la sensación de no profundizar materias, que se “memorizó” para la prueba y que quizá hubieron cosas que simplemente no se aprendió ni escucho, que va en directo perjuicio de los futuros alumnos, que tendrán una profesora que no alcanzó ver algunos contenidos por la contingencia nacional del momento. Además, está el hecho que gracias a los lapsos de tiempo, mi poca voluntad para estudiar y el hecho de no tener al profesor para hacer consultas, mi mente se medio atrofia y la poca capacidad que tengo para calcular y abstraerme se me escapa al estómago y reina la prosa, el ocio, la música y a ratos la lírica.

Le tengo miedo a la post-toma, a las clases comprimidas, a las pruebas degolladoras; Así que hoy fui al Peda con la esperanza que la gente que esta en contra, que vociferan en los fotolog en contra de la toma y dicen que los que hay que hacer es un movimiento contra-toma, asistiera a la asamblea y mostraran su posición; No sucedió, no mucho en matemática al menos, donde habíamos presentes 61 personas de 500 y el 72% voto por el paro.

Yo me quede toda la asamblea escuchando, a ratos cansándome y a ratos desechando de a poco mi ilusión de volver a clases; Al final, conociéndome, no iba a votar en contra del “movimiento”, esta en contra de mi sistema; Porque una cosa es quedarme más de la mitad de las veces en mi casa y no ir a la toma, y otra muy distinta es ir a boicotear el “trabajo” que ha realizado la gente que sí va y se ha esforzado, teniendo en conciencia lo que están arriesgando, así que mis opciones eran nulo o paro; Lo cual me pareció la decisión más complicada del mundo, me complico mucho más que cuando había que votar para elegir presidente y las opciones eran bastantes malas.

Averigüe un par de cosas y me vine a mi casa, más por el hambre que por otra causa; El descalabro económico no me deja comprarme almuerzos y no se me ocurrió llevar; Ese es un precio más de la toma, no hay beneficios, ni beca de estudio, ni ticket y yo que ando acostumbrada a no apretarme el cinturón, me llego la crisis.

Pese a los precios, menos clases, quizá menos conocimiento significativo, más estrés, menos beneficios del tipo económico y atrofiamientos mentales varios; Creo que los movimientos estudiantiles ayudan, a pesar del éxito o derrota de su causa; Estas instancias sirven para reflexionar, criticar y tomar una postura; Los largos periodos de “lucha” del peda me han entrenado la paciencia, la tolerancia, la aceptación, la tenacidad y el buen humor, factores que creo primordiales para sobrevivir en la pedagogía. Además me hacen pensar en el sistema educativo actual, en sus falencias, en los cambios o intentos de cambios; Medio crearme una postura y proyectarme en el tiempo para ver que clase de docente quiero ser, bajo tales o cuales condiciones.

Así que sigo sin clases, con pretensiones de participar más en el movimiento, o hacer acto de presencia e informarme; y de estudiar, para que así cuando vuelva a clases sobreviva al semestre.

En esto tengo que cultivar tanto mi lado social, como el que tiene que ver con los confines de la matemática.

1 comentario:

Natho47 dijo...

A veces pienso que si todos entendieran bien las razones de las movilizaciones,otro gallo cantaria.
Hay mucho de maniqueismo.