El pórque de tuneldecristal


Hace unos años leí “El túnel” de Ernesto Sábato; Trata de un pintor que asesina a su amada; No lo recuerdo mucho, se me han escapado los nombres, la cronología y gran parte de la historia, quizá hasta el final. Pero recuerdo que marco tanto mi vida como la metamorfosis y el “complejo gregoriano”.

El túnel inspiro la dirección de este blog; Ya que hay una parte donde el pintor asesino declara vivir en un túnel, un pasadizo donde en ocasiones las paredes se vuelven casi de cristal y logra ver al resto, como bailan, gozan, juegan -con sus superficiales acciones- sin poder ser parte de ellos; Pero la mayor parte del tiempo las paredes son gruesas y el túnel se torna oscuro, aún más solitario.

Habla de un personaje amado, una doncella; Él creyó por un instante que ella igual vivía en un túnel y que ambos se habían juntado en un cruce y seguirían juntos por un solo pasadizo; Pero no fue así; Ella pertenece a “afuera”, ella baila y goza con los que llevan una vida curiosa; Sólo la ve por las ventanas de su interminable individual pasadizo, a veces ella lo espera en una de estas grietas de cristal para verlo, pero a ratos lo olvida y “goza” con el resto de la gente de “afuera” y él la ve ser parte de ellos o simplemente, lo que es peor, no la ve.

Supongo que una época de mi vida me sentí como Gregorio Samsa, encerrada en mi cuarto, sin poder salir a afuera, convirtiéndome en un escarabajo, derecho al destierro, a la “muerte”, pero me negué a terminar como un insecto difunto; Así que en el intento de cambio de paradigma de mi propio ser, me encontré con “El túnel”; y aquel pintor que describió en poéticas metáforas mi propia existencia. Por identidad a aquellas frases, bautice así a este espacio, por falta de identidad con los de “afuera”.

Pero como me negué a ser Gregorio Samsa, también me niego a ser un pintor asesino que vive en un túnel sin poder tocar al resto de la humanidad, sin poder ser parte algo; con la soledad como sentencia.

En ese tiempo nombre a este lugar como “Túnel de cristal” por la luz, para ser algo optimista y no estar a oscuras; Yo veía al resto, a los de “afuera”, y a ratos ellos también me veían a mi, me miraban, y hasta habían personas que a ratos caminaban a mi lado, más una que las otras.

Yo creo que con los años el túnel se ha hecho traspasable; al menos a ratos creo caminar entre la gente de “afuera” me uno al baile, al gozo, a las superficialidades, a la vida curiosa; Soy parte de un grupo humano, abrazo a otros seres, y los vestigios de Samsa pasan a ser un recuerdo; de una época que sé debí vivir. Pero en otras ocasiones el túnel se refortalece y vuelven las paredes, y los nudos son parte de mi ser.

La soledad a ratos parece una maldición, a mí me a ratos me agrada, se me transforma en una instancia vital; Pero esa que uno decide, o usa, para que el alma alcance el cuerpo, reflexionar o descansar.

Quizá deba transformar el significado inicial de este blog; para que pierda el poder de su connotación inicial; Y sea más amigable; Más santuario; Más refugio.





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