Pensamientos de domingo...


Mañana tengo prueba de cálculo; Debería estar estudiando integrales, intentando hacer los 800 ejercicios que el profesor aconsejó realizar para tener una buena nota.

Pero tengo ganas de ser silencio; Y como no me resulta y las ansias invaden mi cuerpo, me siento aquí, para no devorarme toda la azúcar que encuentre y ver si el grito sordo de mi estómago expira en los escritos.

El cielo se esta tornando morado; Acabo de decirle a un amigo que me siento como el día, opaca, y añadiría fría; Pero ahora el cielo se esta tornado más amigable, preparándose con la máxima belleza al final, para el nuevo comienzo, para el nuevo amanecer. Una vez leí que la tierra tenía coraje al dar la vuelta y seguir con otro día; Quizá eso me hace falta, dar la vuelta, seguir, y decirle adiós por completo a un sueño que no se cumplió. Pero en realidad ahora ese no es el problema; Y quizá no halla ninguno, o la mezcla de varios.

Creo que me asusta la U, y no me gusta descubrirme viviendo en torno a ella, se me vacía el alma. A pesar de ser fiel a un sueño.

Le tengo miedo al fracaso; Y sé que desde esa institución sólo me estoy sujetando con una mano, tal cual astronauta atrapado fuera de su nave, sujetado de una grieta, con el constante miedo de salir disparado y perderse en lo infinito.

Tengo miedo de la prueba de mañana, para la que ya he estudiado harto; Le tengo miedo a la otra semana, que se viene llena de pruebas, que gracias al paro nos dejo sólo siete días entre tanda y tanda; Le tengo miedo a mi desempeño ; Que ya es mediocre en tiempos normales.

Le tengo miedo al poder de las palabras, a decir adiós y que se cumpla, por eso digo hasta luego o nos vemos… Y el miedo persiste en cualquier otra frase o pensamiento que formule, he intento que sea optimista, amigable.

Le tengo miedo a tantas cosas, a tantos hechos, a tantos sucesos, a tantas circunstancias, que ya lo siento una constante y creo a ratos, que he aprendido a lidiar con ello; Pero a ratos me vuelvo Atlas y me duele el cuerpo, me pesa el alma y el cansancio reina.

Ya llego la noche, veamos cuánto se impone la luna.

Me estoy haciendo adicta a esto; a escribir al silencio, a una memoria intangible y tangible… al silencio.

A la memoria.


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