Quizá no me golpeo un milagro gigante, que me remeciera, no me gané el kino, ni hubo grandes reconciliaciones, ni encontré al amor de mi vida; Pero fue un gran respiro, una bocanada de aire, me alimente el alma...
Y este día, sutil de regocijo, sutil de alegría, sutil de milagro; quizá es una muestra de cómo Dios, ese ser amorfo creado en mi mente y alma, en el que creo, quizá es cómo nos acompaña y nos auxilia, porque si fuera distinto, si estuviéramos tan seguros de Él, de su auxilio seriamos extremadamente dependientes, y si no estuviera la duda de su existencia, de su presencia, la desesperanza reinaría...
Clo algo ebria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario