Carta a Lemebel

(o la importancia de la ternura)


"Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe."
-Pedro Lemebel 

Pedro:

¿Qué te puedo decir? Esto no es como escribirle a un fantasma que goza de magnificas compañías en el infierno, como a Bukowski. Esto es escribirle al aire, a un extraño sistema de redes, donde tú, poeta, aquel que no necesita disfraz; Que pone la cara y el culo, tú mi escritor favorito eres el destinatario; Como cuando le escribiste a el subcomandaste Marcos, sin esperar que lo leyera, donde le dijiste que tenía los ojos verdes.

El domingo te vi en el Galpón Víctor Jara, yo estaba algo ebria, poquito, y cuando escuche tu nombre empecé a avanzar hacía el escenario; Hablaste y no fue algo hermosamente poético o vehementemente sindicalista,  fue desde el alma, y es que tu mi querido alucinado vecino, estabas mucho más ebrio que yo y hablaste de la soledad, dijiste que tenías más de mil amigos en Facebook, pero que igual estabas solo; Luego siguió el show y tu comenzaste a dar vueltas, mientras yo te seguía con la mirada y mi amiga, la flaca, me decía anda Clo, salúdalo, y  yo sin poder acercarme… Y es que tú me descolocas Pedro, me descoló lo que dijiste, me descoló verte ahí, en ese evento en pro de la lucha proletaria, en donde no fuiste como personaje, sino como uno más de los que hizo fila, de los que se bebieron algo mientras esperaban, de los que fueron a disfrutar con y para el pueblo…

¿Qué te puedo decir Pedro? Entre el barullo del Show me puse a pensar en que la soledad es como un estado que parecer atacar a las personas y como que se ensaña con algunas, quizá se enamora, y la soledad parece ser una amante obsesiva porque te sujeta y te persigue y no se puede dejar atrás. Y mientras tu dabas vueltas por el galpón, yo pensaba en la juventud, y es que Pedro, a veces pienso que es mi única ventaja; Y no es por el “tiempo que me queda en esta tierra”, es justamente por todo lo contrario, es por todo el tiempo que no he pasado en este mundo…

Aunque creo que en estas tripas, hay más fuerza que las que guarda una bomba atómica; Y en tus entrañas también, tu fuerza está en que eres una yegua; Una yegua apocalíptica, y tu arte posee fuerza, es violento; ha dejado huellas en mi existencia y supongo que en la de  muchos… Pero supongo que eso debe valer poco a la hora de enfrenarse a mil amigos en Facebook y seguir solo… Ironías de la vida.

¿Qué te puedo decir Pedro? Mientras caminabas entre la gente, con ese ritmo conocido y reconocido de quienes disfrutaron de unos tragos, pensaba que de seguro tu no quieres a la soledad como amante y debes andar arrancándote de ella,  que por eso te movías tanto;  Y es en ese caminar, sospecho, que andas en la búsqueda de un amante más tangible con quién bailar y cantar esas canciones “lloronas” que siempre nombras en tus libros…

Pensaba Pedro, entre el barullo y la gente que bailaba a mi alrededor  que yo tampoco quiero a la soledad de amante, aunque a ratos se me hace atractiva, debo admitirlo,  y es que sospecho mi querido vecino alucinado, que yo soy menos romántica que tu…

Pero también creo que no se trata de “meterlo y sacarlo o sacarlo y meterlo”, sino más bien de la ternura y lo difícil que es encontrar el amor en estas circunstancias Pedro, cuando se nace con cierta… ¿Cómo decirlo? “desventaja”…

(O atractivo para la soledad)

La soledad, es una amante obsesiva…

Abrazos

Victoria

(alias Clo)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

amiga te salio del alma, muy bonito escrito!

Victoria Volcánica dijo...

=)