Ensayo y Error...

Últimamente, acompañando a mis pensamientos de caminata, que consisten principalmente en monólogos, diálogos con mi alma, oraciones, carretes inventados, novelas rosa en que soy la protagonista, o la invención de la protagonista, inicios de entradas y preguntas como ¿Por qué se eligió 360º para darle la vuelta entera a los grados y no otro número? He estado preguntándome a qué momento de mi vida volvería, en un retroceso en el tiempo, para hacerlo todo mejor, o distinto, en su defecto, para que el presente no traiga a cuentas lo que trae a cuestas.

El punto es que hoy, cuando me bajé de la micro, terminando de cruzar la calle, lo elegí; Las vacaciones del 2001, justo cuando iba a cursar primero medio; Y empezó la telenovela, yo en el verano con la idea determinante de bajar de peso, llegando a la sala de clases con kilos menos y sabiendo quienes serían mis compañeros, acercándome, a los que ya sé me caerían bien. No rechazando ese beso que una vez, un compañero me quiso dar, porque al final me peso. Cambiándome de escuela, igual no más, porque creo que fue buena idea, haciéndome amiga de inmediato de las personas que lo siguen siendo, saltándome los “ensayos”. Acercándome osadamente al chico que me gustó, y que al final no pasó nada, quién sabe al final quizás y terminábamos ennoviados, tenga usted en cuenta que esto pasaba en mi mente. Y fue ahí cuando la idea me dejo de parecer tan tentativa, y no es que me moleste la idea del pololeo; Lo que sucede es que me percaté, que si hubiese sido así, como en mi dimensión aparte; yo no hubiese terminado dándome besos con otro ser alto en la escalera de mi casa, ni el primero pololeando con otras chicas, o quizá igual, porque seguramente no sería eterna la relación, pero las chicas serían otras, en otro tiempo, y nosotros probablemente no seriamos los mismo; A lo que voy, es que el cambiar mi pasado influiría en muchas vidas, como la del chico alto o las novias del primero y muchas más.

Además que cuando entre a esa primera escuela, me acerque a gente que después no me cayo bien, pero me ayudaron a “localizar” a los que sí; Lo mismo paso en la segunda, y sospecho que forjé mis lazos gracias a “desastres”, sucesos que parecieron medios catastróficos al principio.

También supuse que de seguro no me metería a castellano para luego salirme, vivir un horrible medio año, para al otro meterme a matemática; Y quizá esa parte de mi vida si me sirvió, así lo siento.

Quizá la vida es a ensayo y error; y quien sabe quizá los propios errores son los que nos ayudan a encausarnos a lo hermoso de la vida, como la amistad, la fraternidad, el amor o los éxitos; vaya a saber que encuentra usted hermoso.

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