¿El peda dónde está???

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Es preocupante todo lo que está pasando en nuestro país: Los paros de los secundarios; las manifestaciones que se han convertido en vandalismo; las crudas imágenes que se puede ver en los noticiarios; el descontrol latente; el poco pronuncionamiento de nuestra autoridad máxima; la presidenta, esa señora por la que me negué a votar, a pesar del miedo que me provocaba que saliera electo Piñera.

La semana pasada fue complicada; Tuvimos paros y la UMCE como siempre se adhirió sin dar mayores frutos; Me levanté todos los días temprano para asistir a los foros y asambleas que empezaban media hora tarde y a las que con suerte llegábamos a algo: Hoy llegué cerca de las diez y en mi departamento había dos personas más, casi hicimos asamblea los tres para levantar el paro, pero no lo hicimos, yo porque estoy de acuerdo en esas medidas de presión y ellos porque les dio pena pasar a llevar a los que no estaban.

Como a las once salió un grupo gritando:

- “ ¡El peda!!! ¡El peda!!! ¡El peda ¿Dónde está?!! ¡El peda está en la casa mirando el matinal!!!!”.

Yo me preguntaba para qué gritaban eso si los que estábamos ahí no estábamos en la casa, sino perdiendo el tiempo esperando que en un acto milagroso la U se organizara; Eran como treinta, iban al centro, quizá a la marcha convocada por el FPMR; En un instante me dieron ganas de ir, ellos parecían más organizados que el resto; además creo en las manifestaciones, pero mejor si son con los permisos correspondientes y cuando son convocadas por los involucrados, porque por más que yo simpatice con la izquierda no me parece que usen a los secundarios para aparecer en los medios, por eso me quedé en la U con la moral baja, preguntandome porqué rayos la universidad pedagógica no está organiza; Trabajando, más que mal el tema nos atañe en extremo, deberíamos estar todos los futuros profesores ayudando a los secundarios, creando propuestas; tratando de mejorar la educación, pero no. Y ahí estaba yo, sentada mirando caer la lluvia tratando de consolarme con los bellos paisajes de los pastos de química.

El año pasada cuando me salí de la U pensé en cambiarme, ya conocía la desorganización, viví una toma. Quería irme a la U. De Chile y estudiar “Ciencias exactas” para ser profesora de matemáticas y física, más que mal la U.de Chile tiene federación; No tiene la idea loca de funcionar con democracia directa y es una de las mejores universidades de Latinoamérica.

Pero me la ganó el amor al peda; a los pastos, a los árboles, a la feria de las pulgas; la diversidad de la gente y los extremistas que hay; ese antro de enseñanza me gusta por loco, diverso y exigente; porque por más que nos manden a la casa Jueves por medio, por más que los pastos centrales estén impregnados de lacrimógenas y ver a fuerzas especiales sea común: ese santuario de sabiduría nos enseña a ser profesores; porque nos enfrenta a diversas realidades, a luchas a veces sin sentido, a los pocos recursos, al ingenio obligado, a la tolerancia fabricada; al morado agradecido, a los cuatro sagrados, a los cinco santos y a los seis divinos; los siete sólo se ven de ves en cuando...

Cuando tenía cinco años, sentaba a mis muñecas, peluches de género y demás juguetes con forma animal o humana en mi cama de frente a la puerta y en perfecto orden; conseguía un lápiz o tiza de entre las cosas de mi hermana o el bolsillo de mi padre y comenzaba a rayar la puerta, era mi pizarra; esos fueron los primeros indicios de lo que sería en mi vida; en lo que pretendo convertirme, en profesora; Y esas ganas han sido alimentadas a lo largo de los años por la idea arraigada que por medio de la educación se logran los cambios.

Creo en los cambios lentos, pero seguros, esos que casi no percibimos; esos que no se ven venir por lo sigilosos y silenciosos, esos que se fabrican con esfuerzo; entusiasmo, dedicación y sueños; esos que estallan a veces sin darnos cuenta: algo cambio en este país. Las mentes ya no son las mismas, el miedo impuesto se está disipando.

Quizá en mi U alguna vez logremos organizarnos y seamos más actores en la planificación de la educación; o quizá la tónica mágica del “piedragógico” es justamente esa, la anarquía permanente en que vive.

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2 comentarios:

rdp dijo...

u_u

Lo mismo, lo mismo, pasa en Ciencias.

Parece que no tenemos conciencia de Facultad (yo creo que porque no tenemos edificio de Facultad, sino que puros galpones desperdigados por todo el campus).

xD es verdad entonces que los pastos están pasados a lacrimógena... cuando fui a Entomología la semana pasada (día normal) creí que estaba empezando a resfriarme,

Cuídate =)

--- dijo...

Afortunadamente en Ingeniería no pasa TAN asi. Aun así, el paro EXTEEEEEEEEEEEEEENSO no lo quita nadie...asi mismo la pérdida de una semana de vacaciones. Una pena.

Mucha gente ya pelea por costumbre, agrede por ritual... aun sin saber porque sucede. Recomendaría leer este post de
Alkemir, y tal vez te hagas una idea de lo que me refiero.

Interesante reflexión... da gusto notar que la gente aun piensa en lo que vive, mas allá de la inercia de rutina.

Salu2

PS: te invito a revisar el nuevo diseño de mi blog Whispers =D quedo lindo.