Los Holocaustos...

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“Creo en el sol cuando no brilla.

Creo en el amor aun cuando no lo sienta.

Creo en Dios aun cuando está en silencio.”



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Estas palabras fueron encontradas sobre las paredes de un sótano de Colonia, Alemania, donde varios judíos estaban escondiéndose de los nazis.

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Estoy leyendo un libro sobre el holocausto de la segunda guerra mundial ¿Por qué le dicen Holocausto?

Es irónico, burdo, casi cruel que llamen así al exterminio humano, judío, que se llevo a cabo.

Antes, en la los tiempos en que se ambienta el “1er Testamento”, los judíos, el pueblo elegido por Dios, para expiar sus pecados hacían sacrificios; una cabra, una paloma, cualquier animal puro, lo mataban y quemaban en un rito que los limpiaba de sus pegados, los purificaba, era una muestra de sumisión, de adoración, de fe.

En la segunda guerra mundial ellos fueros las victimas, los objetos de sacrificios ofrecidos a Dios… ¿No es irónico el título que recibe este genocidio?

Tengo un nudo en la garganta, hace mucho que no pensaba en todas las personas que murieron sólo porque a Hitler se le ocurrió que eran inferiores, humanos-basura.

Según la Biblia, aquel libro “Santo” que rige las religiones de occidente, los judíos eran el pueblo elegido de Dios, a quienes el Todopoderoso liberó de Egipto abriendo el mar Rojo, a quienes les dio el maná como alimento en el desierto, a quienes dirigió a la tierra prometida, hasta derrumbó los muro de Jericó sólo con el sonido de los cuernos, por protegerlos, por bendecirlos.

Y yo me pregunto sobre Él.... y me da miedo, tristeza y dolor formularme la interrogante: ¿Dónde estaba Dios cuándo torturaban y asesinaban a su pueblo elegido?

Me asusta la respuesta, me quita la esperanza y me desnuda de las ilusiones, de las conclusiones, de la confianza y quizá hasta de fe.

Sí, ya antes había pensado en esto, varias veces a través de mis 19 años…

Creo que no hay respuesta, más que enterarse de la maldad humana, de las semejantes atrocidades que se pueden llevar a cabo sólo porque aquel es diferente, porque ora distinto, porque le llama de otra forma a su Dios, porque vive de otra manera, porque tiene una cultura distinta, hábitos distintos... Lo judíos hacen lo mismo con los palestinos.

Auschwitz no es el único ejemplo, hay millones. Todos los grandes conflictos a través de la historia humana se ha tratado de eso, el intentar extinguir lo diferente, someter al que se cree inferior: Imponer la religión, política o creencia.

Y yo me pregunto ¡¿Por qué?!! Porqué ese afán de “monotilizar” a todo el mundo ¡Dónde está la tolerancia, la aceptación, el respeto, la diversidad!!!

Yo sólo sé que nada sé, y les prometo que a veces creo que la vida, el universo, es una incógnita permanente en que simplemente las respuestas son inexistentes.

Pero a veces sueño con respuestas, y frente a la barbarie humana me repito: “Dios nos creó, y en su inmenso amor nos regaló el libre albedrío, se prometió no obligarnos y hasta ahora ha mantenido su promesa.”

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PD: creo que acabo de inventar el termino “monotilizar”, viene de monotonía.

PD2: El libro es "El oro y la ceniza" de Eliette Abécassis.

PD3: A veces pienso que los libros me enloquecieron.


2 comentarios:

Don Claudio dijo...

Bonitas palabras las que inician el post. Sin duda, habla de una fe inmensa.
Quiza es un poco desproporcionado lo que voy a decir, creo que esto refleja que uno tiende a acordarse de Dios cuando tiene problemas. Obviamente no vamos a comparar una persecución nazi con una cagada que dejaste en el colegio y pides pa que no te pillen o que no te castiguen.
Sin duda, el holocausto es algo que nos provoca terror hasta el día de hoy porque a diferencia de otras matanzas, fue como de una y en masa.
Creo que nos preocupamos a veces de condenar mucho ese acto solamente, y no condenamos mi repudiamos las decenas de abortos que se producen diariamente, las torturas en las carceles, los abusos a los prisioneros de guerra.

Saludos!!

Anónimo dijo...

es conmovedor pensar "en lo que pasó" pero la sed del hombre por tratar de sentirse un Dios, es "ilimitada" las ansias de poder y de magia, es tan grande que no importa atropeyar a quién se interponga por delante. El genocidio esta penado por nuestras conciencias y valores, y muchas atrocidades mas, pero pienso que todos los dias y en cualquier lugar hay un loco suelto que prentende ser Dios y dominar asi al que esté a su lado sin importar ni acordarse de donde provenimos.. poner el pie en la c abeza del otro es un arma atómica e invensible.. desgraciadamente, el libre albedrío que dices que dios nos dio nos ha vuelto locos y no nos deja razonar.