Yoga



Soy una principiante en el yoga, asisto a un taller que está cerca de mi trabajo, llegué ahí de pura casualidad y me encanta; es yoga kundalini.

Me gusta el ambiente que se forma, las palabras y enseñanzas espirituales y biológicas que los profesores entregan entre ejercicio y ejercicio, entre mantra y mantra.

Me acuerdo que una vez, en una de esas posturas que implican un gran esfuerzo, el profesor dijo algo parecido a esto: “vamos, vamos por algo están acá, reencarnaciones anteriores y esta vida los dirigieron hasta acá, claro que pueden; han recorrido un largo camino para llegar hasta aquí, no se den por vencidos”.

¡Feliz día del yoga!

Sat nam.


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1 comentario:

Victoria Volcánica dijo...

Ya se cumplió más de un año de esta entrada, el otro día fue el día del yoga y fui a la clase; nos tocó con mi profesora preferida, me gusta "lo seca" que es (no supe expresarlo en términos más formales)... Ella siempre nos habla antes de empezar y da una introducción profunda, y con el día del yoga nos habló de la manera en que el yoga contribuye a distintos aspectos de nuestra vida… nos dijo que la mente es un péndulo, va de atrás hacia adelante, cuando se detiene, en el presente, desaparece... Potente, ¿no?
Creo que la vida ha cambiado mucho en un año, estoy en otro empleo, un colegio que me queda algo lejos, el trabajo es completamente diferente, conocí a otras personas y veo mucho menos a mis antiguos compañeros y amigos de trabajo, es curioso, pero ya no me siento tan perdida en el ámbito laboral, sé que la señora Impermanencia puede hacer su aparición en cualquier momento, pero me agrada la idea de construir un "camino" en la pedagogía en el aula, es tan terrible como dicen todos, pero también es hermoso estar ahí y creo que soy afortunada por donde fui a parar.
Ahora tampoco está el señor Piedrazo en mi vida, ni si quiera pienso mucho en él... hace un año quería tanto expulsarlo; pero a la vez no, a las vez quería estar con él, ambivalencia, deseo y aversión al mismo tiempo, las dos caras de la misma moneda. Ahora, sé que es una herida que está en recuperación, que casi no se siente en ocasiones, pero miro la situación con una tranquilidad que va aumentando, lo cual me alegra, hace un año, la situación me producía lo contrario a tranquilidad.
Hace un año era principiante en yoga, aún lo soy, pero creo que ya es un poco más estable en mi vida, ahora voy porque lo necesito; como se necesita una caminata por el parque, es un momento bello, de esparcimiento del cuerpo y el espíritu y que sé me hace bien.
El yoga ha permanecido en este año que ha tenido sus tormentas y me ha ayudado a afrontarlas… También ha permanecido en el desorden, en el trabajo por el orden, en las tristezas y en las alegrías.
Me ha ayudado a tener mejor estado físico, a ser más fuerte, a tener mayor elongación, a trabajar la voluntad, me ha quitado el dolor de espalda, he dormido mejor y mi punto favorito; me ha ayudado a ver la vida con más tranquilidad.

Sat nam.

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