El escenario perfecto


Cuando tenía que decidir qué estudiar, aún cuando siempre coqueteé y hasta me comprometí con la pedagogía me volví a cuestionar todo, decidir qué hacer para ganarse la vida era una decisión compleja, en la que tenía que tomar en cuenta varias aristas.

Así que ahí estaba una madrugada torturándome, pensando en que estudiar, podría ser medicina e irme a África a combatir las plagas; o trabajo social y ayudar en las poblaciones, o podría ser traumatóloga y hacer un bien y ganar dinero para dejar de ser pobre, o ser ingeniera y hacerme millonaria y comprarle a una casa a mi madre, o también ser psicóloga para hacer talleres a las mujeres de poblaciones y que no se dejaran golpear por sus parejas, pensé en tanta posibilidad, tanta que he olvidado algunas; entre tanta maraña mental, entre la desesperación de no saber qué hacer oré, en esos tiempo oraba más que ahora, oré y no sé si pedí algo, quizá expuse mi problema no más (cosa algo extraña lo sé, dado que Dios lo sabe todo), luego de eso supuse que la mejor opción era ser profesora, porque al final abarcaba más, abarcaba ayudar a otras generaciones a  cumplir sus sueños, y más de alguno, iba a querer ser doctor, ingeniero, psicólogo o asistente social, etc; y no es que yo sea imprescindible en el cumplimiento de sus sueños, es sólo que a veces algunos gestos, apoyos o palabras son determinantes en poseer el coraje o las herramientas para cumplir los sueños, pensé que yo podría estar ahí, contribuyendo en algo (abandoné la idea de hacerme millonaria).

Después no lo pensé más, ni cuestioné nunca más el ser o no profesora (a veces pensé que tendría que cambiarme de especialidad dado mi historial académico), y es que creo que esa decisión que tome alguna noche en la madrugada, fue la mejor que he tomado; y es que si hay algo a lo que le veo lo positivo y sobresale en mi mente y corazón es el ser profesora.

Y es que creo que se está en el escenario perfecto para luchar por la justicia, para luchas por un mundo bueno.

No hay comentarios.: