No pertenezco


No tengo hogar ni raíces,
ni madre.

Me pierdo entre los confines
de mi propia mente.

¿Dónde yace el lamento?

He visto nacer al firmamento,
cómo el poeta enchufa el amanecer,
me pierdo…

No perezco
nunca pertenecí
y nunca perteneceré.

Soy de las que nació maldita
etérea, perdida, ambivalente,
siempre forastera.

Crees que dejándome me salvas.
Tú te salvas, te escapas.

No tengo hogar ni raíces…
He visto al poeta enchufar el amanecer.


No hay comentarios.: