Donación de órganos...



Desde niña estuve de acuerdo con la donación de órganos, quizá se deba a la cantidad enorme de películas que vi, en donde una persona esperaba salvarse de la muerte por la donación de un órgano. Para mí tenía lógica, que caso tiene llevarse a la tumba “material orgánico” que puede salvar a alguien más, si en la tumba solo será digerido por los gusanos.

Entonces, en algún momento, en que mi madre no se escandalizó con la idea de que yo me podía morir antes que ella, y no lanzó un grito terminando el tema, dije que yo quería ser donante, como era niña mi madre me dijo: “no, tu no te morirás antes que yo y si fuera así, yo no voy a dejar que te habrán y despresen como si fueras un animal”. Yo menor de edad y sabiendo que no tenía ni voz ni voto dentro de la sociedad, le dije que lo pensará al revés; que qué tal si yo un día necesita un órgano, que si yo estuviera agonizando, como sería si la familia, de otra persona, una ya fallecida, se rehusara a “salvarme la vida”; y como casi siempre hacen los adultos ante la discusión con un niño cuando se torna compleja, mi madre santa termino el tema.

El tiempo paso, y ni lo uno ni lo otro pasó, sólo que yo pasé de ser menor de edad a tener voz y voto, ya que me inscribí para votar y me hice donante órganos. Pero tan bella mi madre, y “zapata”, que no pierde y no empata, ante el tema de donar órganos, me dijo, igual tengo la última palabra, si algo te pasa a ti, yo decido si donar o no tus órganos a pesar de que seas donante, tú ya vas a estar muerta. Y ante la frialdad de mi madre y los “porfiada” de su posición me quede callada.

Pero gracias a los medios, que siempre creo juegan con nuestra mente, y el hecho de que han cubierto bastante la noticia sobre el acto de donar órganos, al parecer mi madre cambió de opinión sobre el asunto, y hasta ella misma se hizo donante cuando renovó su cedula de identidad y aún cuando sigue diciendo que ella se morirá primero, ya dará el “permiso” para que mi voluntad de ser donante se cumpla.

Creo que una de las partes positivas de los medios, es justamente esta, “sensibilizar” a la gente y que se haga más conciente sobre el poder que tienen sobre el bienestar o vida de otro ser humano; Que a pesar de estar pasando por un momento inmensamente doloroso, al perder a un ser querido, se puede de alguna forma, evitar ese dolor a otras personas y dar la oportunidad de vivir a otro ser humando.

Ayer murió Felipe Cruzat, luego de 93 días internado y en una intensa lucha, él y su familia esperaban un corazón; supongo que han existido muchos casos como este, este es el que se ha comunicado, cubierto por los medios, pero espero que todo esto sirva para que más personas tomen conciencia de que a pesar del dolor de una muerte, que ya es irreversible, se pueden salvar vidas y que no tiene caso “enterrar” a los suyos sin dar la posibilidad de sanar a otros.

1 comentario:

Natho47 dijo...

Como tantas cosas absurdas en este país,no se legisla al respecto.
Hay intereses ocultos que lo impiden.