Insomnio...

La pantalla de mi computador está amarillenta, debe ser el cable, debería moverlo, pero me da flojera.

Últimamente no he dormido mucho, anoche quizá más, pero las últimas semanas no he dormido más de 5 horas diarias y no es porque sea tan devota al estudio y trasnoche integrando, construyendo o demostrando teoremas geométricos; o actividades por el estilo. Es por puro amor a estar despierta, creo… no sé, mi salud mental no es muy “sana” que digamos y casi no se me nota, así que me ataca con el insomnio, y me condena a que cuando me acuesto, alrededor de la medianoche, me quede mirando el techo… Y comienza el divagar de mi mente...

Es en esos momentos donde medio reflexiono, tirada en mi cama y con la mente desbocada para pensar en lo que se le pegue la gana.

Recuerdo que cuando iba en el colegio creaba teorías de la vida, las argumentaba y a veces hasta las compartía con alguna persona dispuesta a escucharme; escribía mis reflexiones, buscaba reflexiones medianamente profundas de otras personas para analizar, y así me la llevaba, buscado ser sabia y soñando con ser escritora, sumida de vez en cuando en tormento que mi propia mente construía.

Pero algo cambio…

A sí, entre en la universidad, y medio “crecí”, supongo; Así que ahora estudio, sociabilizo y medio carreteo, no me quedó mucho tiempo para reflexionar y crear teorías, y esa característica y quizá hasta habilidad mía se fue diluyendo en el tiempo.

Fue en mis preámbulos de sueño medio obligados que note esta pérdida y la comprobé al leer mis cuadernos de desahogos mentales; Los escritos han ido disminuyendo notablemente.

Mmmmmm… tampoco pude reflexionar sobre esto; creo que mi habilidad para “inventar” teorías sobre por qué o para qué suceden o dejan de suceder los hechos, o para explayarme sobre ellas, definitivamente se me escabulló; ojalá vuelva… Era interesante.

Clo obligándose a escribir algo, principalmente para no peder la parte “humanista”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando padecía de insomnio tenia problemas para conciliar el sueño, me despertaba periódicamente en las noches o me despertaba muy temprano. El insomnio afecta mucho nuestra calidad del sueño, y afectaba mi salud. A veces el estrés, la ansiedad, la depresión, peleas familiares o conyugales, el consumo de bebidas alcohólicas, cenas abundantes pueden ser desencadenantes del trastorno del sueño o del insomnio. También debemos evitar el consumo de cafeína y del tabaco.