"Mater; Matris"

Cuando se vive en la periferia se ven muchas cosas; Quizá en todo lugar, si es que se pone atención. A veces mientras camino, veo alguna madre arrastrando a su hijo por el brazo, el niño con la piel clara, pero sucia, mirando hacia arriba, a la cara de su madre, con los ojos brillantes, triste, corriendo, tropezando a cada instante sin caer completamente, pero sí golpeándose; Y he ahí a la mujer vociferando, retando a su hijo que quizá sólo conoce malas palabras, pequeño, con los ojos rogando por cariño.

Las palabras son poderosas armas.

Entonces me pregunto quién sería yo sin la Esmeralda, sin mi madre ¿Quién sería yo si mi madre hubiese sido otra? Entiendo las diferencias; esas de los caminos, en las que la gran mayoría se convirtió en obrero; niña madre o delincuente. Entonces entiendo cómo aquel niño, mi primer pololo, ese de la infancia cuando no te dabas besos, ahora es delincuente y yo quizá con mejor suerte voy por un camino muy distinto.

Mi madre, ese ser que a veces me abandona y se contrae en sus mutismos, en esa “ley del hielo” durante días; que me destruye. Que a veces me oye, pero no me escucha, esa mujer que me a dicho a veces palabras tan nocivas o se a callado otras que necesitaba oír. Esa misma mujer que me delega responsabilidades que no me corresponden, que me pide consejo como si yo fuera la madre; me entregó algo que les faltó a muchos: Amor. Creo que eso hizo la diferencia. Simplemente eso, y es que gran parte de los recuerdos de mi infancia son relacionados con mi madre, los cuidados de este ser débil al cual se le declaraba a cada instante alguna bronconeumonía; que necesitaba los brazos de sus madre para que la cuidara y no se fuera en un ataque de asma.

Mi madre me dijo todos los días que me quería, aún lo hace, aunque menos seguido; me hizo adicta a los abrazos. Me ayudo a soñar; me dijo que yo podía ser lo que quisiera, sólo tenía que esforzarme, en mi caso el arma para surgir era el estudio; no importaba la plata; eso se arreglaba en al camino. Entonces cuando oigo a algún niño decir que quiere ser doctor y a la mamá decirle “que con la notas que tiene, que no puede, que es tonto”. Me pregunto que hubiese pasado si la Esmeralda me hubiera dicho esas mismas palabras, cuando en alguna época nuestros padres son dueños de la verdad y en cierta forma nos la construyen a nosotros.

Entonces cuando la ira me invade y me dan ganas de irme, de abandonar a esa mujer y sus silencios enfermizos me pregunto quien sería yo sin una madre como esta, que a veces es enfermiza entregando cariño. La respuesta no me gusta; Quizá no soñaría, quizá el mostrar cariño me parecería una muestra de debilidad; Quizá no lucharía, así cómo ella lo hizo y aún lo hace, en un plano distinto al mío; que se paro ante la muerte y no dejó que me llevara, aún cuando yo ya más grande quería ir. Que le hizo frente a su propia falta de conocimiento, profesión y aún sin trabajo se separó de un hombre que hace mucho le hacía daño, pero del cual se alejó sólo cuando se percató que sus hijas también estaban siendo heridas y tubo el coraje de llevar una casa con dos niñas.

Entonces perdono los silencios, las palabras que hieren, los abandonos a veces cometidos y me concentro en alguna de las tantas noches en que en mi casa y alrededor todos dormían y a mí me costaba respirar, con mi madre en vela con migo en los brazos, haciéndole guardia a la muerte, encantándome con el mundo para que me quedara.





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4 comentarios:

marceloadz dijo...

Hace un tiempo que uso la frase, mientras mas conozco a mi padre mas quiero a mi madre... lo que escribiste me recuerda cuanto la amo, teniendo la suerte de una segunda gran madre como lo ha sido mi abuela, tuve la suerte de tener a 2 excelentes mujeres que batallaran por mi...vagaba por mi humilde blog y un antiguo comentario tuyo, no lo recordaba, mostre tal vez una cuota de indiferencia al no responderte con un minimo agradecimiento o comentario, sin lugar a dudas pasare mas seguido por tus letras y gracias por ese comentario, nunca es tarde para agradecer, espero...Adios

--- dijo...

un post rapido:


Decir que tu relación con tu madre me da envidia, sería poco...

AKS dijo...

Tienes la capacidad de ponerte en el lugar de otro y no pensar y actuar sólo desde tú punto de vista, y eso creeme que es cada vez menos común.

Hay gente que simplemente no comprende que la formación de una persona en la niñez es determinante en cómo será cuando crezca y tenga que hacerle frnte al mundo. Esto es común en temas como la lucha contra la delincuencia, por ejemplo, en que se pone énfasis en la represión pero no se habla de las causas. Nadie repara en las causas, como si esos delincuentes salieran de una caja o vinieran de otro planeta. En fin.

Me gusta mucho tu forma de pensar y la manera en que transmites tus sentimientos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Carla

"Cuando en alguna época nuestros padres son dueños de la verdad y en cierta forma nos la construyen a nosotros."
Wow que palabras, y claro que son de mi amiga, tan buena amiga.
Me estoy acordando de los odios a los padres y demases.

Apapachos

Te quiero muuuuuuuuucho