Me he vuelto mala para leer; y tampoco escribo divagaciones… Soy un ente en medio de un descalabro financiero, mientras mi endeudamiento crece, intento mantenerme informada y ser parte de la conmoción nacional…
Me cambie de casa, me pesa un poco la conciencia por dejar a mi madre sola, pero al menos ya no me estoy llenando de rabia, ni tengo ganas compulsivas de llorar cada dos días… Pero tampoco sé cómo enfrentarme a ella, mientras dejo que los días pasen.
Es extraña la vida, a veces cuesta reconocerse…
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