De nuevo en casa.

Luego de extrañar mi cama, mi pieza y especialmente aquel cuarto pequeño que siempre recrimino por no poseer tina, que muchos llaman baño; Vuelvo de vacaciones, ese tour improvisado, con poco presupuesto, donde deambulamos y vegetamos con mis amigas. Buenos recuerdos; supongo que cuando sea adulta recordaré esta época con aprecio y alegría.

Me instauro en mi cuarto, frente a esta pantalla que se supone me contacta con gente y me abre las puertas al mundo; y yo me quedo con alguna ala vacía de mi alma, y me instauro en las nostalgias de lo que no he tenido… Ciclos.

Me encuentro con el cuento del elefante, recordándome una decisión que deje en el aire y a pesar que las ilusiones me llevar por una alternativa, la realidad me dice que la voluntad debería luchar otra. Entonces comienzo a soñar en un futuro verdoso, en una cabaña con terraza donde creo proyectos para el mejore de la educación.

El paisaje es hermoso, confortable, tranquilizador y mi alma baila entre proyectos, trabaja, se llena; Y mi mente se esfuerza, cómoda entre ideas. Entonces ayudo y me ayudo, donde en una tarde trabajo en algo que creo y aprecio.

Me pregunto que tendrá el sur que me persigue en mis premociones inventadas; Si aún ni lo conozco.

Me pregunto que me aguarda el fututo, y si algún día me veré obligada a tomar la nombrada decisión o si será la propia vida la que la tome.

¿En cuánto estará presente Dios en todo esto?



3 comentarios:

José Luis Contreras dijo...

Esos recuerdo acompañan sin lugar a dudas ,toda la vida.

Natho47 dijo...

Te escribí desde otra cuenta ,soy yo ajajaj

Daniel dijo...

HOla...

...

andaba revisando viejos amigos de blog