Me pregunto...


¿Cree usted en las señales?

Digamos que “Un largo domingo de noviazgo” me dejó un poco loca; Y ando diciéndome: “Sí la micro pasa dentro de los próximos 5 minutos…”, “Sí el teléfono suena antes de la tres de la tarde…”, “Si Juno se queda con su amigo…”, y así; Copiando la extraña manía de aquella tozuda mujer.

Me pregunto cuándo la esperanza pasa a ser obsesión; o algo peor; enfermiza; Y algo que parece sagrado se convierte en nocivo…

Me pregunto cuándo las palabras de Os Mandino, las que dicen:

“Siempre daré un paso más. Si ese no es suficiente daré otro y aun otro. En realidad, un paso por vez no es muy difícil. Persistiré hasta alcanzar el éxito.”

Dejan de ser sabias y se vuelven un mal consejo…

¿Cómo se sabe cuando una causa está perdida? ¿Existen? ¿O somos nosotros los que dejamos de perseverar…?

Me pregunto si realmente la paciencia entrega recompensas; Si esperar es realmente lo correcto.

¿Habla el corazón?

¿Sirve la tozudez en el amor?

¿Es verdad aquel repetido proverbio; “Si Dios pone un deseo en tu corazón, también te da la capacidad de realizarlo”… o es sólo una invención?

¿Valorará Dios los intentos de los humanos de ser feliz? ¿Y el coraje?

¿Habrá algún tipo de equilibrio en el universo?

Digamos que yo sé, que la única diferencia entre un genio y un loco es el éxito o la derrota de su empresa, pero me pregunto ¿Qué hace que uno tenga éxito y el otro no?

¿Cómo funcionan las oportunidades?

¿A cuántos habrán pedido auxilio los suicidas? ¿Y a Dios? ¿Dónde está?

¿Cuándo se deja de ser valiente, para pasar a ser suicida?

¿Existen las señales o serán mera invención? Y cuando las presencio delirio y cuando no están, soy real…

Digamos que estoy cansada… que la búsqueda de las señales me confunden; que a veces no las veo y se me vacía el alma.

Digamos que estoy cansada, que el dar otro paso y otro, hasta alcanzar el éxito me está oliendo a indefinido, interminable, infinito; y ya no sé si creo…

Digamos que estoy cansada; tanto del cuerpo, como de la mente, como del alma…

He ahí mi alma cansada, tan optimista, tan perseverante, tan esperanzada; cansada, cansada.

Veamos si algo pasa…

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