Desde el baúl...

Ya estoy comenzando a percibir los síntomas del “Aburrimiento extremo con patologías invernales”; Desde pequeña, cuando mi madre comenzó a trabajar y mi hermana a ser una oveja descarriada, siempre me he encontrado sola en casa, con la cabeza dispuesta para pensar en cualquier lesera; Claro, hace mucho soñaba con las vacaciones, necesitaba descanso; pero recuerdo siempre a los días como hoy, desde días inmemorables, a mí con una flojera inmensa, una pequeña jaqueca por exceso de sueño o televisión, y pensando; sometida a las más cansadoras tertulias, mi mente casi ingobernable se aleja a explorar los más grandes problemas; desde la infelicidad colectiva a horrores del diario vivir; lo alarmante es que cuando esta patología comienza a avanzar comienzo a cuestionar todo, todo, en lo que creo y en lo que no y la idea que vivamos en una matriz comienza a sonarme razonable.

Hoy iba a salir con una amiga; La llame para que no fuéramos debido al temporal que está cayendo afuera; me arrepiento, preferiría haberme que dado botada, sin micro ni colectivo, a estar aquí con la ansias un tanto enfermizas de escuchar la música de Ameli sin poder encontrarla (Siempre en algún formateo olvido respaldar algo importante).

Cuando paso por estos momentos los apaleo con una lectura; suena ñoño lo sé, pero los días fríos y lluviosos están hechos para leer, transportarse a algún mundo que algún loco escritor soñó.

No tengo mucho que leer, mis libros ya están leídos o son fomes, así de simple, no leíbles, inducciones de sueño y a mí no me gusta dormir mucho.

No puedo dejar de pensar en una palabra: “Cobarde”, sí como lo leyó, “cobarde” y es que a lo largo de mi vida ha habido palabras que en cierta forma me han logrado quitar el sueño como “esfuerzo”, “honor”, “sacrificio”, “amor”, “nunca”, “siempre”, etc. Palabra utilizadas, quizá a diario, que por lo común pocas personas se han detenido a buscar en el diccionario y a las cuales la connotación las engrandece o falsea.

Hoy le toco a cobarde, antes ya había pensado en esta palabra, trisílabo, grave, sin tilde. Donde según la Real Academia de la lengua Española (RAE) significa:

cobarde. (Del fr. couard). 1. adj. Pusilánime, sin valor ni espíritu. U. t. c. s. 2. adj. Hecho con cobardía.

cobardía. (De cobarde). 1. f. Falta de ánimo y valor.

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Esto lo escribí en Julio del año pasado, cuando estaba en vacaciones de invierno, y aún no me enfrentaba al desastroso segundo semestre.

He pensado en cuánto me ha cambiado la vida desde que escribí este texto, proyecto para el blog, y cuánto a seguido igual.

Han cambiado varios puntos de lo que escribí (y de lo que no); ahora sí me gusta dormir, mucho, lo que más pueda, será porque ya no tengo tiempo y en promedio duermo seis horas diarias, harto comparado a cuando estoy en época de pruebas.

Ya no pienso tanto en las palabras, sino más bien en circunferencias, y en las distintas formas de determinar sus tangentes con un punto externo, centro; o problemas parecidos.


Tampoco pienso tanto en aquel personaje que me inspiro para reflexionar aquella tarde, en aquel adjetivo. Y pienso más antes de referirme (o ver) a alguien como cobarde.

Pero también hay demasiadas cosas que permanecen, que pareciera no avanzan… Y otras que se extrañan…

He pensado en los trueques de la vida, y es que al parecer al momento de ganar un algo, se pierde otro algo, sea por tiempo o espacio.

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