Números...


Se me secó el cerebro, no sé qué escribir. Quizá los números están haciendo estragos en mi cabeza y lo único que sea capaz de formular sean enunciados del tipo: “Si tiene cinco manzanas y se come dos, regala dos, a usted le regalan seis y debe a fuerza de la putrefacción botar tres ¿Cuántas manzanas le quedan?”, y cosas por el estilo, pero en algunas ocasiones con malas intenciones, o quizá buenas, y para llegar a la solución haya que hacer 12.000 pasos… Y no sólo sumar y restar.

Tengo vacaciones de Septiembre, eso se consigue cuando vas en una Universidad con memoria y en la que se manifiesta de una forma particular o común, dependiendo del punto por donde se le mire.

El miércoles hubo batalla, yo tenía presentación, una que estaba mal organizada, así que no me quejo, los encapuchados me salvaron de hacer el ridículo.

Es bien extraño, mientras yo estaba en prueba de física, ramo que hago por segunda vez, afuera estaba la “cagá”, cerca de Grecia. Fui hasta los pastos centrales; ahí también había algo, pero menos, mis compañeros estaban felices mirando, la Carla decía que quería sacar fotos, bombas de ruido, según el Mario disparos; “No si son disparos, yo cuando los escuché me imaginé con el balazo en la pierna, sangre; paralítico”, un “yaaaa…!!” colectivo. “Me quiero ir, me cargan ver cómo rompen los semáforos y después salir corriendo por las bombas”, nadie me pone atención hasta que la Andrea se apiada de mi cara y me acompaña a almorzar. Comemos mientras a unos 100 metros los encapuchados les tiran botellas incendiarias a los “señores carabineros”, Andrea me habla de algo importante, yo la escucho, se me olvida que si no suspenden las clases tengo que actuar de libertad y no he ensayado, olor a lacrimógena, llanto compulsivo, todos hacia Arte, la salida, luego a Irarrazabal…

Algo así pasa seguido. Quizá me cerebro se humedezca.



1 comentario:

rdp dijo...

Oh sí, recuerdo el miércoles.
La gran reja de Las Palmeras estaba muy cerrada y yo como ociosa que soy me puse a mirar la calle con unos compañeros...

Habían unos capuchas de la UTEM y varios curiosos ociosos como yo mirando, en una ocasión el guanaco se aburrió de las piedras que le llovían y entró desde Macul, descargando su chorro en la misma puerta de la UTEM y en un solitario auto blanco que su dueño dejó inocentemente estacionado... pero antes de todo eso salimos de la sala después de un control de Mate y fue increíble cómo en 5 segundos estábamos todos llorando...

Parece que 1) tiraron muchas bombas o 2) las hicieron más concentradas porque esta vez lloré harto, y en general todos.

Pero todo lo que vi no era nada comparado con la UMCE, en las noticias salían capuchas con molotov y cosas brígidas =S me acordé de ti, y al día siguiente todavía seguía pasado a lacrimógena

En fin lo único lindo es que yo también tengo vacaciones! jajaja salí ayer porque la próxima semana es 'terrible'... Saludos!