Divagaciones de libro ojeado


Hace algunos años, cuando iba en el colegio, se me ocurrió la brillante idea de ir a gastar mi tiempo a una librería, comencé a hojear libros, leer las partes de atrás y uno que otro comienzo, pesadilla de algunas compañías y de algunos vendedores. Entre ojeada y ojeada, me encontré con algún libro de tendencia budista, supongo yo, donde aseguraban que el sufrimiento provenía de los deseos o sentimiento de posesión, usted quiere un “algo”, no lo tiene, sufre, usted supone tener “algo”, teme perderlo, sufre, usted crea su sufrimiento por querer tener “algo”; Y con ese “algo” no sólo se referían a los objetos, sino también a las circunstancias. El deseo de ser escritora, madre, arquitecta o lo que fuera, también implica un sentimiento de posesión, la idea del autor, y lo concluí ojeando el libro, era que para ser felices hay que dejar afuera todo deseo o sentimiento de posesión; Mire con cara estupefacta el libro y lo deje donde mismo estaba. Me vine de regreso a casa peleando con el autor, que ni siquiera recuerdo, argumentando que sin deseos no avanzamos, yo quiero ser profesora, quiero vivir en un lugar lindo, quiero volverme escritora (en ese tiempo) y por ello lucho, por esos deseos me levanto cada mañana y voy al colegio, estudio, me esfuerzo, mejoro; Sin deseos no habría avance.
Con el pasar de los años, cambios y permanencias; mi opinión sobre el tema creo que ha cambiado; Ya no encuentro tan descabellada aquella teoría (aunque debo aclarar que rara vez encuentro que alguna lo sea); comienzo a verle algo de lógica…

2 comentarios:

Mauro dijo...

Yo aprendi que querer es bueno, motiva, inspira y anima.
Lo que mata es sentirse dueño de las cosas, de las personas, de los amores.
Debemos ser conscientes que somos aves de paso en esta vida, que no nos llevaremos nada y que todo no se nos da, se nos presta, por un rato.
Si tuvieramos claro eso no peleariamos por nada, si lo pides te lo presto y si te lo pido me lo prestas.
No que eso es mio y no tuyo.
O sea, hace rato podriamos devolverle el mar a Bolivia que tomamos prestado hace otro tanto rato,
Saludos,
Mauricio
Papa de Kiky

J.L.Ramos dijo...

Hummm... el camino hacia la aniquilación personal... nos lleva al nirvana...???

Interesante...


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