El camino más largo es siempre el más seguro y otras ideas


Por años pensé en volverme vegana, lo intenté varias veces; y un día simplemente lo hice, dejé los lácteos. Antes siempre me costaba pensar en la idea porque tenía una gran afición a los helados, el queso, las galletas y los pasteles. Digamos que aún los como, pero ya no es tan simple como ir por la calle y comprar cualquiera. Tal dificultad para adquirir tales alimentos se tradujo en bajar 7 kilogramos, dejar de comprar golosinas tres veces al día y en que mi asma se apaciguó.

Siempre pienso en eso cuando me enfrento a cambios potenciales de estilo de vida y en los que ya he fallado, como los intentos de volverme deportista o el de comer muy sano. Digamos que por el lado de volverme deportista estoy avanzando. El yoga es genial, es curioso, pero pienso que si no hubiera pasado por todo el "desorden emocional" de mi seudo-relación tormentosa con Piedrazo, no me hubiera obligado a ir (en un comienzo al menos). Supongo que también la insistencia de una amiga para que nos inscribiéramos influyó, pero ya antes pagué gimnasios y hasta talleres de yoga, y no fui o dejé de ir pronto, creo que es la primera vez que paso más de dos meses haciendo alguna actividad física (en mi edad adulta al menos), ojalá perdure, ojalá se vuelva un habito de tiempos buenos y malos.

Ahora sopeso la idea de volverme budista o avanzar más en esa dirección. 

La idea de volverme budista me ha rondado la cabeza desde hace años, creo que desde la adolescencia, cuando leía de religiones y esta me pareció compasiva y bella, aunque supongo que no la comprendí, quizá aún no lo hago. Dejé la idea por años y así me la he pasado, olvidando la idea y luego reconsiderándola, leyendo, abandonando la idea y vuelta a reconsiderarla.

En el verano me tatúe un enso para que me recordara que una de las más importantes tareas que debo llevar a cabo en la vida; es la construcción espiritual, supongo que a ratos he olvidado la idea, a pesar que todas las mañanas veo aquel enso justo antes de entrar a la ducha, a ratos postergo aquel compromiso, como quien posterga una cita al dentista, para un más adelante difuso, pero que se debe ser cercano.

El señor V me diría que es un camino difícil, que ha todos nos pasa que nos desviamos, que debemos ser compasivos con nosotros mismos y tenernos paciencia, ir un paso a la vez, considerando lo que tenemos, con lo que contamos en el presente, que todo tiene su tiempo... pero que tampoco me deje estar, que la práctica es importante y que somos responsables de nuestros actos; que persevere, sea paciente y compasiva, poco a poco el camino se manifiesta.

El tiempo... y la paciencia.

Recién estoy comenzando, me queda tanto por aprender.

Alguna vez leí en el blog de Chocobuda que el camino largo es siempre el más seguro.

Estimado Chocobuda, nunca te he visto y tus palabras han calado hondo en mi alma, es verdad, las palabras son poderosas...

Alguna vez Piedrazo me contó que su profesor del liceo le dijo que la música era la más poderosa de las artes (o la madre de todas las artes, no lo recuerdo bien), yo me lo quedé mirando y le dije que de haber haber alguna pensaba que era la literatura, que han habido libros, movimientos literarios que han cambiado el transcurso de la historia, que han cambiado al mundo. Piedrazo lo pensó un poco. sonrió y en broma declaró que había vivido engañado toda su vida gracias a su profesor.

No creo que sea necesario hacer una jerarquía entre las artes, ya cuesta definirlas, y es innecesario, el arte es arte y ya.

Solo creo que las palabras; los libros, la palabra escrita (o hablada) tienen un gran poder; y en esta búsqueda espiritual me he encontrado con hermosas joyas, como el blog de Chocobuda, Budismo para principiantes de Asma, Buena pregunta buena respuesta del moje Dhammika, Gota a gota de Ajahn Sumedho o el ABC de la felicidad de Marinoff, entre otros muchos textos de Internet o que la sangha me ha nombrado o facilitado.

Tiempo y paciencia.

Lectura.

Trabajo y meditación.

Quietud y silencio.

Amor.


No hay comentarios.: